El sistema cardiovascular tiene como función principal distribuir a todos los órganos del cuerpo el oxígeno y nutrientes necesarios para garantizar su correcto funcionamiento, así como eliminar las sustancias de desecho propias del metabolismo celular (dióxido de carbono, compuestos nitrogenados, etc.). Otra de sus funciones es mantener la presión sanguínea entre unos parámetros estables.
Los órganos que forman parte del sistema cardiovascular son:
- Corazón.
- Sistema vascular (venas y arterias).
- Sistema linfático.
Aproximadamente el 10% de los perros y el 15 % de los gatos serán diagnosticados a lo largo de su vida de una patología cardíaca, por lo que las urgencias relacionadas con el sistema cardiovascular son habituales en los centros veterinario. Es importante conocer los signos clínicos más habituales, así como proceder durante la estabilización.
El corazón.
Es el órgano principal del sistema cardiovascular, su función principal es la de bombear la sangre a través de arterias, venas y capilares hacia todos los órganos del cuerpo. Es un órgano de tipo muscular, que trabaja mediante impulsos eléctricos.
Situado en la cavidad torácica, en el mediastino, entre los pulmones. Se encuentra rodeado de una doble capa fibrosa conocida como pericardio.
Formado por 4 cámaras cardíacas:
- Aurículas o atrios.
- Ventrículos
La actividad cardíaca se divide en dos ciclos, sístole y diástole.
- Sístole: Contracción ventricular, para bombear la sangre fuera del corazón y hacia la circulación general o mayor y a la circulación pulmonar o menor.
- Diástole: Relajación ventricular, paso de la sangre de las aurículas hacia los ventrículos.
El paso de la sangre hacia las diferentes cámaras cardíacas y hacia las arterias se encuentra controlado por unas válvulas que evitan el reflujo de la sangre.
Estas válvulas son:
- Válvulas atrioventriculares:
- Mitral: Válvula que se encuentra entre la aurícula izquierda y el ventrículo izquierdo, evita el retorno venoso cerrándose antes del inicio de la sístole.
- Tricúspide: Válvula que se encuentra entre la aurícula derecha y el ventrículo izquierdo, evitando el retorno venoso cerrándose antes del inicio de la sístole.
- Válvulas semilunares:
- Válvula pulmonar: Válvula que se encuentra entre el ventrículo derecho y la arteria pulmonar.
- Válvula aórtica: Válvula que se encuentra entre el ventrículo izquierdo y la arteria aorta.
El sistema cardiovascular y concretamente el corazón tiene una serie de mecanismos compensatorios que permiten mantener el aporte de oxígeno, nutrientes y la normotermia a todo el cuerpo en el caso de existir una descompensación o fallo en su funcionamiento.
Pero ¿qué ocurre cuando estos mecanismos se agotan o agudizan?
En este caso se produce una descompensación que puede provocar la muerte del paciente.
Las urgencias relacionadas con el sistema cardiovascular suelen ser producidas por:
- Colapso.
- Distrés respiratorio.
- Tromoboembolismo aórtico.
- Arritmias.
Los signos clínicos más habituales son:
- Palidez.
- Disnea.
- Ritmo cardíaco irregular.
- Pulso débil o ausente.
- Cianosis.
- Postura ortopneica.
Distrés respiratorio.
Suele ser producido debido a acumulación de líquido en la cavidad torácica.
- Edema: acumulación de líquido en el tejido pulmonar.
- Efusión: acumulación de líquido intracavitario (pleura).
Son pacientes que llegan a urgencias con una gran dificultad para respirar, es esencial evitar el estrés en su manipulación.
Si el paciente se encuentra inestable lo primero que hay que hacer es dejar en un lugar tranquilo y vigilado, con oxigenoterapia (sonda nasal, jaula o incubadora con oxígeno, gafas nasales) y si es necesario recurriremos a la sedación.
Cuando el paciente este más estable procederemos a colocar un catéter y a realizar una correcta exploración física, priorizando auscultación cardiopulmonar, presión y temperatura. Finalmente realizaremos pruebas tales como radiografías, analítica sanguínea (valorar función renal).
Son pacientes que requerirán tratamiento con furosemida (pulsátil o en infusión continua) o incluso técnicas más invadidas como toracocentesis o pericardiocentesis.
Colapso.
Suele producirse debido a un fallo cardíaco o un empeoramiento de una patología ya diagnosticada.
- Cardiomegalia
- Rotura de cuerdas tendinosas.
- Valvulopatía.
- Cardiomiopatía dilatada.
Se produce cuando el output cardíaco es insuficiente.
Son pacientes que llegan a urgencias después de haber tenido un colapso circulatorio, con una debilidad muy marcada, normalmente sin perdida de consciencia.
Hay que administrarles oxigenoterapia para mejorar la hipoxemia, requerirán la colocación de un catéter y monitorización del electrocardiograma. La administración de furosemida no será el tratamiento de elección, se administrarán fármacos que mejores la funcionalidad cardíaca para restablecer la función hemodinámica, pimobendan.
Tromboembolismo aórtico.
Urgencia muy habitual, sobre todo en gatos.
Es una urgencia muy grave, en la cual encontramos pacientes muy inestables y con un elevado riesgo de muerte.
Minimizar el estrés es fundamental, ya que sobre todo en el caso de los gatos, es un factor muy importante para prevenir el colapso. Requerirán de oxigenoterapia y de analgesia (pueden requerir también sedación), cuando el paciente se encuentre más estable y tranquilo se debe colocar un catéter intravenoso y monitorización de frecuencia respiratoria, electrocardiograma y temperatura.
Los signos clínicos más habituales además del distrés respiratorio son:
- Rigidez de una o más extremidades.
- Cianosis de las almohadillas.
- Glucosa de la extremidad afectada más baja.
- Dolor.
- Diferencia de temperatura de las extremidades.
- Ausencia de pulso.
Arritmias cardíacas.
Son pacientes en grave riesgo de colapso, sobre todo aquellos que presenten taquicardia ventricular muy elevada.
Requerirán oxigenoterapia y monitorización de electrocardiograma, así como tratamiento específico con antiarrítmicos como lidocaína, sotalol, etc.
Las urgencias cardiovasculares son una situación límite donde la manipulación del paciente puede contribuir a su descompensación y provocar la muerte, por lo que el manejo inicial es proporcionar oxigenoterapia y un ambiente tranquilo que nos permita observar y tratar al paciente sin empeorar su situación.
Tener un protocolo correctamente establecido, que nos permita actuar de una manera rápida, pero sin perder el control es fundamental. Para ello ante el aviso de un paciente cardíaco, debemos prepararnos todo el material, preparar la jaula de oxígeno con antelación, toda la medicación necesaria, así como todo el material necesario para realizar una intubación de urgencias o bien una toracocentesis.