La insuficiencia renal conforma uno de los porcentajes más altos de pacientes hospitalizados. Se trata de un trastorno ya sea parcial o total de la funcionalidad renal, cuando ésta falla, ciertas sustancias residuales que deberían ser excretadas a través de la orina, pasan acumularse en el torrente sanguíneo pudiendo dañar otros órganos, puede llevar a desequilibrios electrolíticos, alteraciones en la regulación de la presión arterial… la insuficiencia renal puede clasificarse en aguda o crónica.
Se habla del término insuficiencia renal aguda, al tratarse de un síndrome clínico de aparición acelerada, ya que puede aparecer aproximadamente en horas o días, y se caracteriza por una pérdida de la función renal con aparición de azotemia, se trata de una alteración potencialmente reversible, su etiología puede depender de problema hemodinámicos, enfermedad renal primaria, obstrucción urinaria, enfermedades sistémicas…
En el caso de la insuficiencia renal crónica, se habla de anormalidades estructurales y funcionales del riñón, que en contra posición a la insuficiencia renal aguda, ésta se ha ido dando de manera progresiva en el tiempo. Es irreversible ya que las nefronas perdidas no se pueden recuperar. Afecta tanto a perros como gatos, y su etiología es diversa ya que puede tratarse de factores congénitos o adquiridos y por supuesto en animales de edad avanzada.
Los signos clínicos que cursan son muy diversos ya que pueden ser totalmente inespecíficos y ser asociados a otras patologías (vómitos, diarreas, ataxia, anorexia…) o por el contrario pueden ser avanzados (úlceras, halitosis, alteraciones neurológicas…) todo depende de la cronicidad en el tiempo de la enfermedad.
Es importante realizar una buena anamnesis y exploración física del paciente para no ser confundida con otras patologías que puedan cursar con síntomas parecidos. Por ello es importante realizar pruebas específicas laboratoriales como medidores de la funcionalidad renal, SDMA… así como complementar con radiografía, ecografía, urinálisis …
El papel del auxiliar con el paciente renal es muy importante durante su periodo de hospitalización. Es necesario sumo cuidado y atención de posibles cambios referentes al paciente, una buena exploración física, toma de constantes, mediciones y descripciones urinarias, toma de presiones arteriales no invasivas, reevaluación de hidratación del paciente y fluidoterapia…