En los últimos años la tendencia hacia una alimentación más saludable encaminada a mantener un mejor estado de salud, prevención de enfermedades o como complemento en el manejo de patologías ya existentes se encuentra muy extendida en medicina humana. Esta tendencia se ha extendido a medicina veterinaria con unos tutores cada vez más comprometidos en el cuidado y protección de sus mascotas.
¿Qué revelan los estudios? ¿Realmente la alimentación influye en la calidad de vida de un paciente? ¿Cómo influirá la alimentación en la progresión de enfermedad en un paciente oncológico?
El manejo nutricional en el paciente oncológico forma parte de una estrategia de tratamiento multimodal, la cual aporta una mejora de la calidad de vida del paciente, aumentando la eficacia del tratamiento así como el tiempo de supervivencia del paciente enfermo. Proporcionando además la oportunidad al tutor de participar activamente en el manejo y cuidado del tratamiento de su mascota.
Los últimos estudios avalan que, las alteraciones metabólicas observadas en pacientes con cáncer se pueden asociar a la aparición de caquexia, teniendo como consecuencia la disminución de la respuesta al tratamiento, disminución de en la remisión de la enfermedad y por tanto aumentando la mortalidad. Se ha podido observar que los pacientes con linfoma u otras patologías malignas presentan alteraciones metábolicas. Alteración del metabolismo de carbohidratos, en el metabolismo y síntesis de proteínas y en el metabolismo de las grasas.
¿Qué beneficios tienen las dietas ricas en omega-3?
Las células tumorales tienen dificultad a la hora de utilizar lípidos como fuente de energía, por lo que la optar por ofrecer alimentos ricos en omega-3 y con una menor concentración de carbohidratos, puede ser beneficioso para pacientes con cáncer.
De este modo ¿podemos concluir que el manejo nutricional de un paciente oncológico se basa principalmente en aumentar la ingesta de grasas y/o ácidos grasos omega-3 y disminuir o privar de alimentos ricos en carbohidratos?
Las principales premisas a seguir es realizar un correcto plan nutricional cumpliendo las necesidades energéticas de cada paciente evitando ante todo el sobrepeso del paciente.
Se puede concluir que la terapia nutricional proporciona beneficios a los pacientes con cáncer influyendo positivamente tanto en los tiempos de remisión, tiempo de supervivencia y calidad de vida, todo y que los tutores deben comprender el diagnostico de cáncer y que la terapia nutricional participa como un complemento de la terapia y no como una terapia sustitutiva a tratamientos quirúrgicos o farmacológicos.