Cada vez es más habitual la tenencia de animales exóticos como mascotas y, entre ellas, se encuentran las aves. Estos pequeños animales esconden cualquier signo de enfermedad debido a su carácter de presa, por lo que cuando llegan a la clínica veterinaria se encuentran en un estado muy crítico.
Es muy común que las aves ingresen con anorexia y pérdida de peso, para lo que van a necesitar un soporte nutricional del que son responsables tanto veterinarios como ATVs. Pero, ¿cuál es el procedimiento para alimentarles? ¿Cómo lo realizamos? Este video explica varias cosas a tener en cuenta.
Lo primero que debemos saber, es que las aves tienen un ensanchamiento del esófago, llamado buche, donde almacenan el alimento y lo humedecen antes de que pase al resto del sistema digestivo. Este buche se puede palpar por debajo del cuello y, si el animal ha comido, podremos notar con nuestros dedos su contenido, ya sean semillas, pienso, o incluso papilla.
Para poder alimentar a las aves ingresadas que no coman por sí solas utilizaremos la técnica de alimentación por sonda. ¿En qué consiste? Se trata de introducir una sonda metálica dentro de la boca del animal hasta llegar al buche. Existen varios tipos de sonda, ya sean metálicas o flexibles, así como de varios tamaños según el tamaño del animal. Para este vídeo utilizaremos la sonda metálica más pequeña, ya que nuestro paciente es un periquito.
El alimento que vamos a utilizar viene en forma de polvos que se disuelven en agua hasta dar una papilla con una consistencia parecida a la de un yogur líquido. Es importante tener en cuenta que la temperatura corporal de las aves ronda los 40ºC, por lo que el agua debe estar a esa temperatura para evitar el estasis en el buche. Una vez preparada la papilla, llenaremos la jeringuilla con ella y colocaremos la sonda, enrasando hasta la cantidad que queremos sondar. No debemos olvidarnos de lubricar bien la sonda antes de meterla por la boca del animal.
Ahora que tenemos todo preparado, ¿cómo sondamos al animal? Los pasos son los siguientes:
- Para coger al animal, en este caso un periquito, sujetaremos con los dedos índice y pulgar el cuello, manteniéndolo erguido y recto; mientras los demás dedos sujetan el resto del cuerpo.
- Palparemos el buche para asegurarnos de que está vacío.
- Introduciremos la sonda desde el lado izquierdo del animal hacia el lado derecho y, una vez dentro del esófago, colocaremos la sonda en posición vertical. Con los dedos podemos palpar el paso de la sonda a través del esófago, e incluso palparla dentro del buche. En caso de no palparla podríamos estar en tráquea y deberemos retirar la sonda y empezar de nuevo.
- Una vez comprobado que estamos dentro del buche, introduciremos el contenido de la jeringuilla y retiraremos la sonda, apretando un poco con los dedos para asegurarnos de que el animal no regurgita la comida.
- En caso de que haya un reflujo del alimento hacia la boca, debemos devolver al animal rápidamente en su instalación para dejarlo tranquilo, ya que podría entrar la papilla dentro de la tráquea y provocar una neumonía por aspiración.
- Cuando hayamos terminado, se debe lavar la sonda introduciendo agua a presión con una jeringuilla y así sacar todos los restos de papilla que se hayan quedado dentro.
Esta técnica de sondaje solo es efectiva en aves que sufren una deshidratación leve o que no comen por sí solas, sin embargo, está contraindicada en animales con estasis digestivo, convulsiones, vómitos o en estado de shock.
En el momento en el que el animal empiece a comer solo y a ganar peso, se valorará reducir las tomas y la cantidad de papilla hasta que ya no haga falta proporcionarle este soporte nutricional.