TÉCNICA ASÉPTICA: PREPARACIÓN DEL PACIENTE PARA CIRUGÍA ABDOMINAL
Una buena preparación de la zona de incisión siempre va a sumar éxito al procedimiento quirúrgico, por tanto, en nuestro centro veterinario debemos tener un buen protocolo de asepsia de la piel del campo quirúrgico que evite al máximo la contaminación de planos profundos. Con una buena técnica crearemos una superficie de trabajo estéril, reduciremos las probabilidades de una infección secundaria.
En este video nos centraremos en la técnica de antisepsia de la piel a llevar a cabo en un paciente al que someteremos a una cirugía abdominal.
Cualquier procedimiento previo a la cirugía que conlleve una mínima contaminación debemos hacerlo en una sala contigua al quirófano, nunca en el mismo. El prequirófano es el lugar destinado para este tipo de actos; una sala provista de material para la desinfección, toma de oxígeno, fluidos y fármacos de urgencia.
Los materiales que necesitaremos son los siguientes:
– Manta eléctrica o de agua
– Toalla
– Empapadores
– Guantes
– Gasas monofilamento
– Maquinilla eléctrica con cuchilla de cirugía (0,1mm)
– Clorhexidina o povidona yodada jabonosa
– Clorhexidina o povidona yodada antiséptica
– Alcohol
A continuación, reunimos punto a punto el procedimiento para preparar de manera aséptica la piel:
Tras la colocación del catéter intravenoso y la premedicación, con el paciente ya relajado, podemos comenzar el protocolo de antisepsia. Siempre que sea posible, durante todo el proceso, estaremos pre oxigenando al animal y con un suero templado para mantener permeable la vía y poder aplicar el fármaco inductor.
Protegeremos al animal del frío de la mesa, colocando una manta de calor (eléctrica o de agua caliente) y por encima una toalla y un empapador. Recordemos la importancia de mantener una buena temperatura durante las anestesias debido a la pérdida de calor corporal provocada por la acción de los fármacos anestésicos sobre el SNC, pérdida que empeoraremos a la hora de pulverizar desinfectantes en la piel.
Antes de colocar al animal para rasurar y si no es contraproducente para la cirugía, vaciaremos la vejiga manualmente para evitar contaminación posterior. En ocasiones es necesario un sondaje uretral.
Colocamos al animal en decúbito dorsal y buscamos la zona del esternón en el caso de que el foco de la cirugía se encuentre en abdomen craneal o del ombligo si se encuentra en abdomen caudal para tener una referencia a la hora de rasurar. Posteriormente, teniendo en cuenta cuál será el área de la incisión dependiendo de la zona a intervenir, comenzaremos a rasurar primero a favor del pelo ya que, dada la densidad del pelo de algunos animales, probablemente no seamos capaces de quitar toda la capa a contrapelo. Rasuraremos con maquinilla eléctrica y cuchilla de cirugía (0,1mm) la zona de manera amplia a cada lado de la incisión. Procuraremos siempre que la cuchilla quede totalmente plana sobre la piel. Evitaremos las cuchillas de afeitar ya que pueden producir microlaceraciones y, por tanto, irritaciones en la piel, lo cual puede promover infecciones innecesarias.
Tras quitar la gran mayoría de pelo rasurando a favor, comenzaremos a afeitar con mucho cuidado a contrapelo estirando siempre la piel para evitar cortar pliegues de la misma. Debemos ser especialmente cuidadosos a la hora de pasar la maquinilla alrededor de los pezones ya que es bastante sencillo producir cortes en estas zonas (sobretodo en gatos) y, por otra parte, siempre que sea posible, también seremos cuidadosos y perfeccionistas al delimitar el área ya que hay muchos propietarios que se fijarán en esto en el postoperatorio.
Una vez tengamos el área libre de pelo, debemos decidir los productos a utilizar para desinfectar: Povidona yodada y alcohol o clorhexidina y alcohol. Ambos tienen sus ventajas e inconvenientes, no existe un producto perfecto para este proceso. Existen estudios en medicina humana que indican que, para el proceso de antisepsia prequirúrgica, la clorhexidina es el producto más indicado. Lo que si debemos tener en cuenta es que, una vez comencemos a limpiar con uno de los dos desinfectantes, ya no cambiaremos ni mezclaremos.
En muchas ocasiones nos encontramos con animales que acuden a la cirugía con el pelo y la piel muy sucios y el protocolo de desinfección estándar no es suficiente. En estos casos, tras el rasurado, lo que haremos es utilizar un producto jabonoso (clorhexidina o povidona yodada) y realizaremos una primera limpieza en profundidad frotando hasta hacer espuma y retirar toda esa suciedad. A continuación, realizaremos la limpieza ya con el producto elegido, esta vez en su versión no jabonosa, alternando éste con alcohol. Utilizaremos gasas monofilamento ya que éstas no dejan hilos. Pulverizamos clorhexidina y, de craneal a caudal, en la zona medial, haremos una primera pasada con la gasa. A continuación, doblamos a la mitad esa gasa y repetiremos el mismo proceso en uno de los lados y, después, en el contrario tras doblar de nuevo la gasa (de esta manera, en cada pasada utilizaremos una zona limpia de la misma). Esa gasa ya la desecharemos y repetimos estas acciones con una gasa impregnada en alcohol. Aprovecharemos estas gasas para, antes de tirarlas, apartar el pelo de los bordes para “peinarlo” y que no entren en la zona del campo estéril. Repetiremos este proceso un mínimo de tres veces para asegurar una buena limpieza. Tras esto, intentaremos ya no tocar la zona para no contaminar, pero aún así, realizaremos otra limpieza justo antes de colocar los paños estériles.
Existe otra técnica mucho más extendida para el mismo procedimiento: Pulverizamos el producto y,comenzando desde el centro del área quirúrgica, describimos una espiral hacia la periferia. Una vez aquí, retiramos la gasa y utilizamos una limpia para cada fase de la desinfección. Después de este proceso, nuestra área quirúrgica estará preparada para colocar el campo estéril.