FUNDAMENTOS BIENESTAR ANIMAL
En los últimos años ha aumentado el interés sobre el bienestar animal y sobre las condiciones necesarias para garantizarlo, ya sea aplicándolas en animales de granja, zoológicos e incluso mascotas.
Pero, ¿sabemos realmente lo que es el bienestar animal? ¿Cuáles son sus requisitos? ¿Cómo podemos medir el bienestar de los animales?
Según la Organización Mundial de la Salud Animal, el bienestar animal es un estado que incluye no solo la salud física, sino también la salud mental, la ausencia de dolor y la libertad para poder expresar los comportamientos naturales de la especie.
Todo este concepto de bienestar animal comenzó con la publicación del libro Animal Machines de Ruth Harrison en 1964, en el que se explicaban las condiciones y el trato hacia los animales de granja. Esto supuso una revolución para el gobierno británico, que tuvo que crear el Comité Brambell y que, en 1965, publicó el Informe Brambell donde se confirmaba toda la información escrita en ese libro. A partir de ahí, se establecieron los 5 requisitos necesarios para garantizar el bienestar animal, conocidos como Principio de las 5 libertades.
Estos requisitos incluyen la ausencia de hambre y sed, la ausencia de incomodidad física y térmica, ausencia de enfermedades y lesiones, libertad para expresar los comportamientos naturales de la especie y la ausencia de miedo y estrés.
Dentro de la clínica veterinaria es lógico pensar que el bienestar de los animales ingresados está afectado, pero solemos centrarnos solo en cubrir los 3 primeros requisitos. Es importante considerar las conductas naturales de cada especie y garantizar la ausencia de miedo y estrés, teniendo en cuenta las restricciones que hay dentro de una clínica veterinaria.
Para ello tenemos que entender el concepto de estrés, también conocido como síndrome general adaptativo. Se trata de una respuesta fisiológica ante cambios en el ambiente que va a tener efectos como el aumento de la frecuencia cardiaca, movilización de la glucosa hepática, favorecimiento del estado de vigilia, etc. Cuando esta respuesta se alarga en el tiempo los efectos empiezan a ser negativos para el organismo, conocidos como distrés, e incluyen problemas digestivos, alteración del metabolismo, depresión del sistema inmune y cambios comportamentales. Todos ellos son factores a tener en cuenta a la hora de tratar a nuestro paciente, ya que afectan a su estado de salud y pueden empeorar su pronóstico.
Otro concepto a tener en cuenta es el de las emociones, que son estados con valores afectivos para el animal y que provienen de la actividad del sistema nervioso central, provocando una respuesta fisiológica y asociándose a conductas con un valor adaptativo.
Para medir el bienestar animal se utilizan diferentes indicadores, que deben evaluarse en su conjunto y no de manera individual. Estos indicadores son los indicadores ambientales (como la luz, la humedad, la temperatura, etc.) y los indicadores del animal (que pueden ser fisiológicos, comportamentales, posturales y los que implican la propia salud del organismo).
Por lo tanto, dentro de la clínica veterinaria no solo tenemos que tener en cuenta las enfermedades y necesidades fisiológicas del animal, sino también las necesidades ambientales y comportamentales de su especie, lo que nos ayudará a mejorar el pronóstico de su enfermedad y garantizar su bienestar.