Interpretación y manejo de la escala del coma de Glasgow

El traumatismo craneoencefálico es una de las principales urgencias veterinarias, en la que la vida del paciente puede estar comprometida.

Las causas de un traumatismo craneoencefálico pueden ser variadas y múltiples, tales como atropellos, caídas… en las que además aparte de dicho traumatismo se puedan encontrar alteraciones en otros órganos vitales

El cerebro es capaz de mantener el flujo sanguíneo cerebral a través de mecanismos de autorregulación, pero ante un traumatismo craneoencefálico esos mecanismos pueden verse alterados y el flujo sanguíneo cerebral gravemente comprometido como consecuencia de: edema, hematomas, compresión vascular, rotura de vasos sanguíneos que pueden provocar un aumento de la presión intracraneal.

Tras un traumatismo se pueden sufrir dos tipos de daños:

  • Daño primario: la lesión está causada de manera directa por el trauma y produce una interrupción física y directa de la estructura intracraneal. Cabe destacar las fracturas craneales, hemorragias craneales…
  • Daño secundario: se produce a consecuencia de reacciones celulares y vasculares iniciadas tras el trauma y ocurre durante los minutos y horas posteriores.

Es importante una actuación rápida y eficaz con la llegada de un traumatismo craneoencefálico:

  1. Evaluar la permeabilidad de las vías aéreas, respiración y circulación. ABC
  2. Valorar la postura y la gravedad del paciente para evitar movimientos que puedan empeorar fracturas craneales, hemorragias…
  3. Analítica sanguínea, radiografía de tórax, ecografía abdominal, Tac, resonancia…
  4. Canalización de un acceso endovenoso
  5. Realización de un examen neurológico
  6. Monitorización constante del paciente

 

EXPLORACION NEUROLOGICA

En un paciente con traumatismo la exploración neurológica es esencial para valorar su evolución y establecer un tratamiento además de un pronóstico. Debería realizarse cada 30-60 minutos ya que se podrían producir cambios rápidos en su estado neurológico. Para ello se utilizará la escala del coma del Glasgow.

Consiste en ir atribuyendo una puntuación en función de los signos neurológicos que presente el paciente. Con la puntuación final se establecerá un pronóstico.

Los signos a evaluar son agrupados en tres bloques: actividad motora voluntaria, reflejos del tronco encefálico y actividad motora.

Dicha valoración puede ser realizada tanto por el veterinario como por el auxiliar, pero sí es importante que en la medida de lo posible sea realizada por la misma persona para poder apreciar los cambios.

*Actividad motora: la actividad motora voluntaria refleja daños en el tronco encefálico o en la médula espinal.

*Reflejos en el tronco del encéfalo: se evalúan el tamaño/asimetría pupilar, el reflejo pupilar y el reflejo oculocefálico deben ser inmediatamente y constantemente evaluados ya que indican el grado de afectación del tronco del encéfalo y el pronóstico.

*Nivel de consciencia: es importante la reacción del paciente ante diferentes estímulos, sensoriales, dolorosos, visuales …

La manipulación del paciente durante toda la hospitalización es crucial, el principal objetivo es su estabilización y observación.

En el siguiente webinar aprenderemos a realizar una escala de Glasgow adecuada a la par que monitorizar a este tipo de pacientes.

 

ATV, responsable del servicio de hospitalización en el Hospital Veterinario Vetsia

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