Analgesia en el paciente de urgencias

En cualquier centro veterinario es probable que en algún momento del día se reciba una urgencia. Este tipo de pacientes son un auténtico desafío: además de presentar daños en diferentes sistemas, deberemos de tener una buena aproximación al dolor y administrar la analgesia correcta.

Uno de los juramentos de los técnicos veterinarios en estados unidos es “aliviar y evitar el sufrimiento animal”. Por ello, los auxiliares veterinarios deben ser capaces de reconocer el dolor, conocer los diferentes fármacos, saber cómo se desencadena y se transforma el estímulo doloroso además de monitorizar las posibles complicaciones derivadas de la administración de analgésicos.

Cuando recibimos a un paciente urgente, lo primero de todo es saber realizar una exploración física y estabilizar la paciente. Una vez está estable, podremos administrar la analgesia que mejor se adapte al paciente según los daños concretos que presente.

La analgesia multimodal comprende analgésicos administrado en bolo, en CRI, combinación de varios, antiinflamatorios y analgesia local. Todo ello permite disminuir las dosis, disminuyendo los efectos adversos, y que la analgesia sea más completa.

La vía nociceptiva consiste en 4 componentes básicos que son los encargados de transmitir el estímulo y recibir la respuesta:

  1. Transducción: se inicia con los nociceptores periféricos. Son terminaciones nerviosas específicas que detectan el estímulo doloroso y lo transportan hacia el sistema nervioso central. Convierte el mensaje en electricidad que el sistema nervioso reconoce.
  2. Transmisión: Se basa en seguir transportando el mensaje de los nervios periféricos a la columna espinal. Las fibras encargadas de la transmisión son las A-delta y C.
  3. Modulación: se encarga de interpretar el impulso y amplificarlo o suprimirlo. Esto sucede en la medula espinal, exactamente en la material blanca y gris.
  4. Percepción: es la respuesta final del paciente al estímulo y la respuesta del paciente al estímulo (apartarse, llorar, correr…)

Los fármacos analgésicos más comunes en urgencias son los denominados opioides. Además, contamos con otros que también pueden ser beneficiosos en los diferentes tipos de pacientes que tratamos.

Los opioides los clasificamos según sin son agonistas puros (metadona, morfina, fentanilo, remifentanilo), agonistas-antagonistas o agonistas parciales (buprenorfina, butorfanol) o antagonistas (flumacenilo, naloxona o atipemazol). Encontramos también otros analgésicos como los alfa 2 agonistas (medetomidina o dexmedetomidina), los NMDA (ketamina), corticoesteroides o antiinflamatorios no esteroideos (meloxicam o robenacoxib). Todos ellos, combinados o no, nos ayudan a administrar la mejor analgesia a nuestros pacientes.

Es importante el papel del auxiliar en el manejo de la analgesia de urgencias ya que, si observamos al paciente, lo monitorizamos y aplicamos la analgesia correctamente, esto beneficiará a la recuperación y hará una estancia libre de sufrimiento para el animal.

 

 

 

Coordinadora de Auxiliares del HCV de la UAB

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *