La cirugía gastrointestinal es muy habitual en nuestro dia a dia de la clínica. Hay muchos casos que van a necesitar intervenciones a nivel gastrointestinal, algunos mas complejos que otros, como por ejemplo las dilataciones o torciones gástricas, las gastrotomías, las enterotomías, las enterectomías, entre otras.
Algunas veces, una vez que se realiza el procedimiento quirúrgico, no solemos dedicar el tiempo y la atención que se necesita para garantizar una recuperación mas favorable y más rápida del paciente. Después de una cirugía gastrointestinal en pequeños animales, la alimentación debería de ser cuidadosa para asegurar esa recuperación sin complicaciones. La alimentación debería iniciarse gradualmente después de las primeras 24 horas, siempre y cuando el estado del paciente se lo permita, empezaremos con con agua y luego si el paciente tolera la ingesta ofreceremos alimentos húmedos o secos muy hidratados.
El tipo de alimento y la forma de administración dependerá de las necesidades de cada paciente. Lo ideal es optar por la oral, pero si no es posible, se planteara el uso de sondas nasogástricas, esofágicas, tubos de esofagostomia u otros medios que recomiende el responsable del caso. Se deben evitar alimentos grasos o pesados que puedan causar irritación o vómito.
Debemos de tener en cuenta que su tracto digestivo está inflamado, por lo que podría favorecer a aparecer síntomas de alteración gastrointestinal como los vómitos y la diarrea.
La finalidad de la dieta va a ser aportar al paciente los nutrientes y la energía que el necesita para cubrir sus necesidades y favorecer su curación, así como intentar disminuir la sintomatología gastrointestinal.