Las crisis epilépticas son una de las causas más frecuentes de visitas de neurología tanto en perros como en gatos. Existen múltiples enfermedades que pueden causar crisis epilépticas: epilepsia idiopática, procesos malformativos, tumores cerebrales, enfermedades inflamatorio-infecciosas, etc. Por este motivo es importante identificar las crisis y clasificarlas, ya que, junto con la anamnesis del paciente, la historia clínica y el examen físico y neurológico nos permitirá localizar la lesión y establecer un diagnóstico diferencial.
La mayoría de los pacientes que se presentan en nuestra clínica diaria con historia de crisis epilépticas no sufren los ataques en la consulta, de modo que la primera pregunta que el veterinario debe hacerse es: ¿son realmente estos episodios crisis epilépticas?
Hay múltiples tipos de episodios como las discinesias paroxísticas los síncopes y los episodios vestibulares que son de presentación aguda y que el propietario nos puede describir como crisis epilépticas en un principio. El veterinario será clave para establecer el origen de los episodios y para ello deberemos realizar preguntas concretas a los propietarios e intentar siempre que sea posible, conseguir un vídeo de los episodios.
Las discinesias paroxísticas, también llamadas trastornos del movimiento, son un grupo de episodios caracterizados por movimientos involuntarios, espontáneos, de aparición aguda, que no afectan el estado mental, no provocan dolor y pueden durar de segundos a horas. La mayoría son de origen idiopático y benigno y algunas responden a cambios de dieta.
Este grupo de enfermedades cada vez más conocidas son muy fácilmente confundidas por crisis epilépticas.
¡En este vídeo os vamos a describir las principales diferencias entre crisis epilépticas y discinesias paroxísticas y vamos a analizar juntos algunos ejemplos de casos reales para que diferenciarlas te sea mucho más fácil!
