Cuidado de heridas post quirúrgicas

Para que un paciente se recupere completamente del proceso quirúrgico, es necesario que además de administrar los tratamientos prescritos, cuidemos la herida postquirúrgica protegiéndola y curándola de la forma más adecuada según cada caso.

La herida, debe mantenerse limpia y seca. Si no hay ninguna contraindicación, es preferible dejarla descubierta para que cicatrice más rápido. En la inspección diaria, deberemos detectar cambios que nos sugieran que algo no va bien como enrojecimiento, inflamación, secreción, mal olor o dolor.

La herida se limpiará con una solución salina o un antiséptico y gasas, manipulándola siempre con guantes.

Si la herida se encuentra en una zona con mucha movilidad o presenta una elevada tensión, es recomendable que hagamos un vendaje en la zona para evitar al máximo el movimiento y favorecer que la herida cicatrice y no se abra.  Como recomendaciones, este tipo de pacientes deberán tener la actividad restringida hasta que el tejido haya cicatrizado.

Si durante la hospitalización dejamos al paciente con la herida descubierta, es muy importante que le coloquemos un collar isabelino. El lamido excesivo de la zona puede introducir bacterias que se encuentran en la boca del animal e incluso retirar los puntos o las grapas provocando la dehiscencia de la herida.  Si el paciente no tolera el collar, deberemos colocar un traje o una camiseta en la zona que no se pueda quitar y que mantenga la herida protegida.

En el siguiente webinar hablaremos de las heridas postquirúrgicas más habituales y cómo debemos manejarlas, así como conocer en qué situaciones debemos comunicar los cambios al veterinario.

Erika Conejo

https://aux.streaming.ifevet.com/erika-conejo/

Coordinadora de Auxiliares del HCV de la UAB

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