La colocación de un tubo de traqueotomía es una técnica invasiva y de abordaje quirúrgico que nos permite mantener permeable las vías respiratorias superiores.
Puede ser una técnica requerida en una situación de urgencias por una obstrucción total de las vías respiratorias superiores (cuerpo extraño, traumatismo, etc.) o bien como un recurso preventivo tras una cirugía dentro de la cavidad oral o faríngea donde se prevea un una obstrucción debido al edema o inflamación post quirúrgica.
Puede ser una técnica temporal o permanente.
Al ser una técnica invasiva y quirúrgica en todo momento debemos mantener la asepsia tanto en el momento de la colocación como luego en los cuidados de mantenimiento.
El mantenimiento de los tubos de traqueotomía es de vital importancia y debemos saber realizarlo correctamente para garantizar la supervivencia del paciente.
El mantenimiento del tubo de traqueotomía se realiza con la intención de:
- Mantener la vía área correctamente permeable y de este modo garantizar la oxigenación de nuestro paciente, así como que se encuentre confortable.
- Evitar infecciones secundarias, producidas por acumulo de secreciones.
Antes de proceder a manipular el traqueo-tubo prepararemos todo el material necesario.
- Fuente de oxigeno.
- Aspirador quirúrgico.
- Solución de clorhexidina.
- Sonda flexible para succionar estéril.
- Suero salino fisiológico estéril.
- Gasas limpias.
- Cepillo para limpiar el tubo.
- Balón Ambu.
- Nebulizador.
La limpieza o mantenimiento del traqueo-tubo la realizaremos cada 4 horas aproximadamente o cada vez que observemos signos de obstrucción del tubo (sonidos respiratorios aumentados, tos, distres respiratorio, postura ortopnéica, …). Cuando realicemos la limpieza del traqueo-tubo no utilizaremos bastoncillos de algodón o tornudas, que puedan quedarse dentro del tubo y obstruirlo.
- Pre-oxigenar al paciente durante 5 minutos.
- Nebulizar para reblandecer las secreciones.
- Instilar suero salino fisiológico estéril (1- 5ml, en función del tamaño del paciente). Esto provocará el reflejo de tos y la expulsión de secreciones.
- Aspirar con un succionador y una sonda flexible realizando movimientos circulares, durante no más de 15 segundos.
La succión de las secreciones debe ser intermitente y entre succión y succión pre-oxigenaremos a nuestro paciente durante 2 minutos y le dejaremos descansar y relajarse.
Es importante recordar que la manipulación de este tipo de pacientes debe ser lo menos restrictiva posible, evitaremos luchar con él o estresarlo.
Una vez al día y tras pre-oxigenar al paciente retiraremos la cánula del traqueo-tubo y la cambiaremos por otra, para realizar una limpieza del traqueo-tubo en profundidad. Esta limpieza en profundidad siempre se realizara cambiando una cánula por otra y nunca cuando el paciente la tenga colocada.
Al mismo tiempo aprovecharemos para realizar una correcta limpieza de la zona de inserción del traque-tubo, limpiar secreciones resecas en la piel y aplicar cristalmina en pomada. Cambiaremos las gasas y cintas que mantienen el traqueo-tubo sujeto. Así como, revisaremos las suturas.
Debemos tener el cuenta que el traqueo-tubo es una entrada directa al sistema respiratorio de nuestro paciente. Hay que evitar que durante el paseos puedan entrar partículas o cuerpos extraños que puedan obstruirlo, por lo que debemos protegerlo con un pequeño pañuelo o gasa, teniendo cuidado siempre de no obstruir ni taponar la entrada de aire.
Una vez el paciente es dado de alta, tanto si se trata de una traqueotomía temporal como permanente, debemos enseñar al propietario el correcto mantenimiento del tubo y advertirle de las posibles complicaciones.
Sobre todo mostraremos especial insistencia en la prohibición de baños en piscinas, playa, rio, etc.