El paciente con obesidad y los problemas asociados de movilidad

La obesidad es un “estado patológico que se caracteriza por un exceso de depósito lipídico, lo que conlleva modificaciones de las distintas funciones corporales”. La Organización Mundial de la Salud (OMS, 1997) va más allá, al definir la obesidad humana como “un exceso de masa grasa que comporta consecuencias nefastas para la salud”.

Es la consecuencia de un desequilibrio energético: los aportes superan a los gastos durante un periodo más o menos largo, lo cual conduce a un balance positivo. Hay un gran número de factores que pueden originar esta situación y la interacción entre estos factores, más que la acción de un solo de ellos, se considera la responsable de la obesidad.

FACTORES DE RIESGO

  • La raza
  • Factores genéticos
  • La edad
  • El sexo
  • La esterilización
  • Obesidad y enfermedades endocrinas
  • El sedentarismo y la falta de ejercicio son un factor primordial en el desarrollo de la obesidad: la prevalencia de la obesidad disminuye proporcionalmente según la duración del ejercicio diario.
  • El tipo de alimentación aportes alimentarios que no tienen en cuenta las necesidades energéticas y los suplementos en forma de golosinas o de complementos no son contabilizados entre los aportes energé

PATOLOGIAS ASOCIADAS A LA OBESIDAD

  • Disminución de la longevidad .
  • Enfermedades osteoarticulares.
  • Intolerancia al esfuerzo y problemas cardiorrespiratorios
  • Diabetes Mellitus
  • Incontinencia y cálculos urinarios
  • Cánceres los tumores de mama.

ALTERACIONES DE MOVILIDAD

El aumento de masa corporal afecta a la movilidad, al grado de dolor y a la calidad de vida de nuestros pacientes.

Se sabe que la carga de peso es esencial para el mantenimiento de la salud articular y que tanto su aumento como su ausencia favorecen la degradación de los diferentes componentes articulares. Estudios cinéticos y cinemáticos han demostrado que el sobrepeso produce un aumento en las fuerzas de apoyo, lo que genera un estrés mayor sobre el cartílago que influye en el inicio de la enfermedad degenerativa articular en diferentes localizaciones como la cadera, el hombro y el codo.

Los cambios metabólicos derivados del sobrepeso también afectan a la aparición de osteoartrosis, como sugiere la presencia de degeneración articular en articulaciones sin carga de peso, como son las manos, en personas con obesidad.

El sobrepeso afecta también a las estructuras tendinosas. En perros, el sobrepeso se ha relacionado con una mayor incidencia de rotura de ligamento cruzado craneal, de manera que estos pacientes presentan hasta casi cuatro veces más riesgo de desarrollar esta patología que los que tienen una condición corporal adecuada. A nivel de la estructura tendinosa el exceso de peso produce cambios en el grosor y en la vascularización, así como un aumento de la rigidez, lo cual favorece la aparición de microrroturas debidas al estrés y al estado proinflamatorio anteriormente descrito que dificultan la reparación. El riesgo de lesión aumenta si estos pacientes con sobrepeso además realizan ejercicio.

El dolor es un factor importante que afecta a la movilidad. En pacientes obesos con enfermedad degenerativa articular previa o en desarrollo, la estimulación directa por la presión articular aumentada, junto al estado proinflamatorio en el que se encuentran, conduce a un incremento de la sensación de dolor y del grado de cojera. Además, este dolor crónico producirá un descenso en los niveles de serotonina, neurotransmisor que participa en la respuesta inhibitoria frente al dolor.

Todas estas alteraciones descritas, junto a las dificultades respiratorias asociadas, conducen a que los animales con obesidad o sobrepeso realicen actividades físicas durante menos tiempo al día y con menor frecuencia que los perros con normopeso, lo que ayuda a perpetuar tanto el problema de la obesidad como el del dolor.

DIAGNOSTICO Y TRATAMIENTO

La herramienta más común en medicina veterinaria para evaluar el grado de sobrepeso de perros y gatos es el índice de condición corporal (ICC). Esta escala se basa en la observación de la morfología corporal y la palpación de prominencias óseas y depósitos grasos del paciente. Es un método rápido y barato que se puede realizar de manera cotidiana.

 En la escala de ICC, la puntuación 4-5 (en perro) o 5 (en gato) indica niveles de grasa corporal ideales, y puntuaciones superiores indican sobrepeso (6-7) y obesidad (8-9). Cada punto por encima del óptimo se estima en un exceso de un 10-15% de peso.

 Existen otros métodos a nivel experimental como la impedancia bioeléctrica, DEXA, o la medición de isótopos estables; sin embargo, estos métodos son costosos o inaccesibles para su uso clínico general.

 El control dietético y el ejercicio son las estrategias principales para la pérdida de peso y para el mantenimiento de la masa corporal magra. Varios estudios han demostrado que una disminución de peso de en torno a un 6-10 % reduce la gravedad de la cojera y el dolor en pacientes con osteoartrosis. Además de reducir el dolor, la pérdida de peso también produce una mejora de la calidad de vida.

 En cuanto al ejercicio, para evitar la aparición de lesiones, el aumento de la actividad debe realizarse de forma progresiva y correlacionada con la pérdida gradual de peso. En la medida de lo posible deben realizarse ejercicios de bajo impacto, como la natación o caminar en una cinta subacuática. En estas modalidades, la flotación permite la realización de ejercicio sin carga de peso (natación) o con una disminución de la carga. Por otro lado, la viscosidad del agua aporta resistencia al movimiento, lo que aumenta el gasto energético además de mejorar la masa muscular y la resistencia muscular y cardiovascular.

 

ATV en el departamento de rehabilitación y medicina deportiva del hospital veterinario VETSIA

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