Enriquecimiento ambiental en gatos

En nuestro día a día en la clínica felina no solo es importante el manejo médico de nuestro paciente, también es muy importante reconocer al paciente felino como tal, sin confusiones ni comparaciones. Hay que tener claro que un gato no es un perro pequeño y que, por lo tanto, tienen un carácter, unas necesidades y unas particularidades muy diferentes y concretas. Son animales territoriales, cazadores solitarios que hacen uso del espacio tridimensional y que agradecen el control, la rutina y la previsibilidad. Pueden vivir solos o en grupo siempre que dispongan de recursos suficientes. Normalmente las hembras suelen vivir en colonias con sus crías,y los machos mayores de un año suelen abandonar estas colonias independizándose y manteniendo un territorio más amplio.

En los hogares “multigato” podemos encontrarnos con un grupo de gatos bien avenido, varios grupos, o un grupo y un gato independiente. Suelen tener más afinidad con gatos con los que están emparentados, y también se adaptan mejor con gatitos o gatos jóvenes. Por otro lado, es bueno saber que también pueden convivir con otras especies. El resultado de estas relaciones puede depender y/o estar relacionado de manera muy directa al enriquecimiento ambiental

El objetivo del enriquecimiento ambiental es que el gato tenga la posibilidad de expresar las conductas específicas de su especie cubriendo las necesidades requeridas para su bienestar, pero en realidad, deberíamos hablar de necesidades ambientales, ya que no solo hay que preocuparse de lo relativo al entorno físico del gato, sino que también hay que tener en cuenta e incluir la interacción social. Las necesidades ambientales aportan múltiples beneficios como la reducción de estrés y de enfermedades, un mejor manejo, y el fortalecimiento de la relación con el propietario. Todo ello tendrá como consecuencia un gato más feliz.

Los 5 pilares de las necesidades medioambientales felinas son:

  • Proporcionar un lugar seguro
  • Proporcionar recursos ambientales separados (agua, comida, rascador, arenero, zona de juego y zona de descanso)
  • Proporcionar juego/depredación
  • Contacto humano
  • Entorno respetuoso con el sentido del olfato.

Este último punto también forma parte del enriquecimiento sensorial y, además de la estimulación olfativa (los olores) que es la más importante, también hay que tener en cuenta la estimulación visual (las imágenes), la estimulación acústica (los sonidos) y la estimulación gustativa (los sabores). Teniendo en cuenta que se pueden estimular varios sentidos a la vez.

Para finalizar, también hay que considerar algunos detalles para evitar peligros y sus consecuencias. A la hora de jugar hay que tener mucho cuidado con las cuerdas y los juguetes que puedan contener piezas pequeñas. También hay que extremar la precaución con las ventanas y los balcones abiertos, con los escondites secretos (los cuales debemos respetar, pero tener controlados) o las plantas tóxicas, puesto queexisten más de cien plantas que pueden ser tóxicas o dañar de alguna manera al gato.

Las necesidades ambientales no son una opción, es nuestra obligación velar por la salud y bienestar del gato aplicándolas y/o asesorando correctamente al propietario para que las pueda aplicar. Hay que tener claro que la anticipación es la clave, pero si no es posible, todas estas necesidades ambientales deben realizarse de forma gradual para que tanta novedad no genere estrés.

Raquel Bernabé, auxiliar de veterinaria

ATV responsable hospitalización y equipo enfermería Clínica Felina Barcelona