El concepto de micromamíferos se refiere a todos aquellos mamíferos de pequeño tamaño, aunque no forman un grupo taxonómico como tal.
Dentro de los órdenes que se consideran micromamíferos, nos vamos a centrar en el orden de los roedores, uno de los más numerosos con casi 2000 especies de diverso tamaño. Se caracterizan por poseer una estructura dentaria que, junto a los músculos y la mandíbula, constituyen una herramienta de masticación eficiente y versátil.
Dentro del orden de los roedores nos vamos a centrar principalmente en el suborden de los miomorfos, donde se encuentran la familia Cricetidae (hámsteres y jerbos) y la familia Muridae (ratas y ratones), entre otros.
Los miomorfos se caracterizan por poseer una glándula de Harder que secreta una sustancia que contiene porfirinas, que tiñen de color rojizo las lágrimas y son fluorescentes bajo la luz ultravioleta, pero no se debe confundir con un sangrado de los ojos o de la nariz.
La dieta de estos animales es principalmente omnívora, y deben alimentarse con piensos formulados para ellos, verduras, legumbres, además de tener un aporte de proteína animal (insectos, huevo duro, etc.).
Los hámsteres son uno de los micromamíferos más comunes y existen varias especies que suelen tenerse como mascotas: el más grande de todos es el hámster sirio (Mesocricetus auratus) y luego tenemos a los hámsteres enanos, como el hámster ruso (Phodopus sungorus), el hámster Roborovskii (Phodopus roborovskii) y el hámster de Campbell (Phodopus campbelli).
Los gerbiles de Mongolia (Meriones unguiculatus) son los conocidos como jerbos y son nativos de Mongolia, China y Manchuria. Son animales adaptados a un ambiente desértico y se caracterizan por poseer una cola larga cubierta de pelo.
La rata doméstica procede de la rata parda asiática (Rattus norvegicus) y de la rata negra europea (Rattus rattus); mientras que los ratones comunes (Mus musculus) son los que se utilizan como ratones de laboratorio, aunque también son buenas mascotas y son nativos de Asia, India y Europa.
En general, son animales nocturnos, aunque en cautividad pueden tener periodos de actividad durante el día. Son animales sociales que pueden convivir en parejas o grupos formados por varias hembras y un macho, a excepción de los hámsteres sirios que son solitarios.
A la hora de hospitalizar estos animales hay que tener en cuenta su biología y su comportamiento, de manera que les colocaremos una caseta y tubos de cartón para que puedan esconderse, así como sustrato de papel para poder monitorizar las deyecciones. Los hámsteres rusos y los jerbos necesitarán baños de arena, mientras que a las ratas se les puede colocar hamacas para que descansen.
El sobrecrecimiento dental, los problemas respiratorios o las neoplasias son uno de los problemas más frecuentes en estos animales.
Para la administración de fármacos tendremos que manejar al animal encima de la mesa o, en su defecto, cogiéndolo de la piel del cuello. La fluidoterapia suele administrarse por vía subcutánea, aunque en los casos más graves se puede colocar un catéter intravenoso o intraóseo, dependiendo del tamaño del animal.
Es importante que los ATV que trabajen con animales exóticos tengan un buen conocimiento sobre las características, la dieta, las necesidades fundamentales y un manejo adecuado de estas especies, de manera que puedan garantizar su bienestar durante la hospitalización y mejorar el pronóstico de su enfermedad.