La extravasación de citostáticos en pequeños animales es una de las complicaciones más frecuentes en la administración de quimioterápicos, pero que, si tomamos ciertas precauciones, podemos disminuir su incidencia notablemente.
Cómo consejos para disminuir la probabilidad de extravasaciones, podemos alternar las extremidades en las administraciones, colocar vías de pequeño calibre para ser lo menos traumáticos posibles con los vasos y no utilizar vías que tengan muchos días de uso o que se hayan colocado con mucha dificultad.
Los agentes citotóxicos más utilizado en veterinaria se clasifican en:
- Vesicantes: aquellos que, por norma general, cuando se extravasan producen necrosis de los tejidos afectados; aunque pueden cursar de forma asintomática lo más frecuente es que se presenten con intenso dolor, eritema intenso, tumefacción e incluso ulceración y necrosis cutánea y de partes blandas subyacentes. En veterinaria los más utilizado son la doxorrubicina, la vincristina, la vinblastina y la mitomicina.
- Irritantes: aquellos que producen irritación local que puede cursar con dolor, sensación de quemazón, opresión, inflamación local tanto en el punto de inyección como a lo largo del vaso, pero no producen ulceración o necrosis. Los más utilizado son el carboplatino, cisplatino, mitoxantrona y la bleomicina.
- No vesicantes: No tienen agresividad tisular por lo que no provocan ni dolor ni irritación. Los más comunes son la ciclofosfamida, citarabina y la L-asparginasa.
En caso de detectar indicios de extravasación cómo dolor, prurito, edema, hinchazón alrededor del catéter, enrojecimiento, resistencia o descenso de la velocidad de infusión, alarmas en la bomba de infusión, notamos resistencia en el émbolo de la jeringa, no hay retorno venoso al aspirar u observamos fuja de fluido en el apósito que sujeta la vía deberemos:
- Interrumpir inmediatamente la administración del fármaco
- Retirar la mayor cantidad posible de fármaco del catéter
- Tratar sintomáticamente cualquier reacción local con preparados tópicos (antibióticos, esteroides), vendar la extremidad, colocar un collar isabelino para evitar que el paciente se manipule la zona y desbridamiento quirúrgico si es muy grave.
Cómo medidas físicas en caso de extravasación podemos administrar frío local o calor seco moderado, siempre en función del fármaco extravasado.
El frío produce vasoconstricción local, reduciendo la distribución del fármaco a otras áreas y, por consiguiente, puede disminuir el alcance de la lesión; a su vez, reduce el dolor y la inflamación.
El calor seco moderado produce vasodilatación y, por tanto, aumento del flujo sanguíneo lo que produce una mayor distribución del fármaco, disminuyendo su concentración a nivel local. Posee sinergismo con hialuronidasa para detoxificar alcaloides de la vinca.
- Protocolo de actuación para la extravasación de antraciclinas y otros antibióticos antitumorales (Doxorrubicina, Epirubicina, Actinomicina D y mitomicina): Administrar corticos locales o sistémicos. Aplicar DMSO (dimetilsulfóxido) al 50-99% 2-4 veces al día durante 2-14 semanas y aplicar frío en la zona durante 15-20 minutos QID durante las siguientes 72h.
- Otro protocolo de actuación frente la extravasación de Actinomicina D: Aplicar frío instantáneo en la zona durante 45 minutos. Administrar 1ml de ácido ascórbico (50mg/ml) S.Q o tiosulfato de sodio al 10% o25%, 4ml + 6ml de SSF o 1,6ml + 3ml de SSF S.Q. Seguir aplicando frío en la zona durante 15-20 minutos QID durante las siguientes 48h.
- Protocolo de actuación para la extravasación de alcaloides de la vinca (Vincristina, Vinblastina y Vinorelbina): Administrar hialuronidasa S.Q igual al volumen que se ha extravasado. Aplicar calor en la zona 15-20 minutos QID durante las siguientes 48h.
En las extravasaciones de fármacos irritantes se recomienda aplicar frío en la zona durante 15-20 minutos QID durante las siguientes 48h. No se requiere ninguna otra medida especial.