Cuando un animal tiene aire o líquido en la cavidad pleural y aun realizando algunas toracocentesis se vuelve a producir de forma inmediata o en las siguientes horas, está indicado colocar un drenaje pleural para poder eliminar esa producción de una forma menos invasiva para el animal y más rápida.
Es muy importante que los auxiliares sepamos los cuidados que requieren este tipo de procedimientos y cuándo el drenaje puede estar dando problemas.
En función de velocidad de producción de líquido o aire, deberemos adecuar la frecuencia de aspiración: no es lo mismo un neumotórax a tensión que necesita aspiración continua que un animal con un piotórax ya en tratamiento que va disminuyendo la producción de líquido.
El manejo del drenaje se deberá hacer siempre con guantes: es una entrada directa a la cavidad pleural por lo que un manejo aséptico es esencial. Deberemos realizar la cura del punto de inserción dos veces al día para ver si supura, hay rojeces o algún signo de infección. Deberemos limpiar la zona con suero fisiológico, tapar el punto de inserción con una pomada antiséptica y un apósito que proteja la entrada. Otra opción es colocar un apósito antiséptico que no requiere de curar el punto de inserción y permite revisar de manera visual si hay signos de infección.
El drenaje, va unido a una llave de tres vías que es la que nos permite realizar las aspiraciones sin riesgo de comunicar el interior con el exterior además de manipular el drenaje con la máxima seguridad, por lo es importante mantener el alargo asegurado con un vendaje o una malla protectora para que el peso no tire del drenaje y se pueda mover o salir.
En cuanto a las aspiraciones, las llaves de tres vías cuentan con 3 pasos abiertos y uno cerrado, de manera que permite ser girada para poder cerrar y abrir el paso del tórax al exterior en función de si necesitamos aspirar o si desconectamos la jeringa para vaciarla y volver aspirar de nuevo. Deberemos tener en cuenta que NUNCA podemos comunicar el tórax directamente con el exterior puesto que la presión negativa torácica hará que entre aire del exterior produciendo un neumotórax iatrogénico. Cabe recordar que las aspiraciones se harán con una jeringa estéril nueva cada vez que se lleven a cabo.
Una vez nos aseguramos de que la producción de líquido o aire ha desaparecido durante 24 horas y confirmamos mediante radiografía que no es porque el drenaje se haya movido, podremos retirar definitivamente el tubo.
Para retirarlo, desinfectaremos la entrada antes, retiraremos los puntos y tiraremos suavemente del drenaje. Si lo hemos protegido con un apósito, retiraremos el apósito, desinfectaremos la entrada, y procederemos como hemos comentado anteriormente. Por último, cubriremos con un apósito la herida que queda la cual cerrará sola. Puede ser que este procedimiento cause algunas molestias al paciente, aunque no es un procedimiento doloroso, por lo que en algunos casos deberemos sedar ligeramente al paciente, sobre todo si son gatos que se estresan fácilmente o pacientes de difícil manejo.
Es muy importante realizar la revisión del estoma diariamente y si observamos algún signo de infección como fiebre de reciente aparición, supuración, dolor o eritema retirarlo y colocar otro drenaje si fuera necesario. Si existen sospechas de infección podemos cultivar el drenaje para corroborar si crecen bacterias.