La parada cardiorrespiratoria es una de las más frecuentes situaciones a las que como auxiliar nos vamos a enfrentar a lo largo de nuestra trayectoria profesional.
Seguramente no nos acostumbremos nunca a enfrentarnos a ello, pero es algo que debemos tener totalmente interiorizado y donde nuestra profesional tiene que estar a la altura.
Cuando hablamos de parada cardiorrespiratoria hablamos de un cese de la circulación sanguínea debido a un fallo en la bomba cardiaca.
Una vez detectada dicha urgencia debemos saber que todo el tiempo es oro y que cuanto menos tiempo perdamos mayor será el porcentaje de éxito en la reanimación.
Tiene que ser un procedimiento totalmente protocolarizado en el que todo el mundo sepa exactamente lo que tiene que hacer y cómo. Lo primero y lo más importante es el masaje cardiaco, hacerlo de manera correcta con una técnica correcta y un ritmo adecuado, lo importante es saber que tiene que ser ininterrumpido durante todo el proceso, posteriormente pasaremos a ventilar a nuestro paciente, para poderle suministrar ese aporte de oxigeno necesario.
Ayudaremos con fármacos que ayuden a aumentar la contractibilidad cardiaca, para que ese corazón pueda volver a bombear otra vez.
Es importante organizar bien a las personas encargadas de cada paso, para que la reanimación pueda ser efectiva, no se puede estar descoordinado o no saber bien que es lo que se tiene que hacer de manera individualizada.