La población de pacientes y el concepto que se tiene de las mascotas ha variado mucho en los últimos años, como consecuencia de ello surgen nuevas necesidades y modalidades de tratamiento.
La rehabilitación y terapia física se han convertido en un componente cada vez mas importante en la atención veterinaria. En él, se utilizan medios físicos y mecánicos para mejorar la funcionalidad y reducir el dolor en diversas afecciones, como enfermedades ortopédicas , neurológicas, patologías musculares, lesiones de tejidos blandos, lesiones de articulaciones, alteraciones de la marcha, y enfermedades degenerativas.
La terapia física no requiere sedación y suele ser bien tolerada por los pacientes. Estos deben ser clínicamente estables con toda las necesidades clínicas y quirúrgicas abordadas antes de comenzar un programa de rehabilitación.
Los pacientes con discapacidad neurológica presentan desde la inmovilidad completa o la tetraplejia / paraplejía, pasando por la tetraparesia / paraparesia, hasta la ataxia leve o incluso el dolor. Pueden presentarse para recibir tratamiento en cualquier momento durante el curso clínico de la enfermedad y el mismo paciente puede pasar por varias etapas a lo largo de su recuperación.
La cooperación del paciente es clave para cualquier plan de terapia de rehabilitación. Se debe garantizar que los tratamientos causen un estrés o molestias mínimas. Los nuevos tratamientos o actividades deben introducirse gradualmente con un período de aclimatación.
Los objetivos son minimizar el dolor, restablecer las vías neuronales normales, prevenir complicaciones secundarias y, en última instancia, devolver al animal a una función independiente. La analgesia adecuada es importante para lograr un resultado exitoso. Los animales sin dolor se relajan y cooperan, se recuperan más rápido y de manera más completa.
