Los soplos cardíacos son sonidos que escuchamos cuando auscultamos a un animal con un fonendoscopio o bien, cuando vemos una turbulencia de flujo en una ecocardiografía. Esto ocurre debido a que cuando las válvulas de las cámaras cardiacas se cierran, no lo hacen en su totalidad y una parte de la sangre inyectada retorna. Este flujo, produce u
na turbulencia que auscultamos y que se caracteriza por un sonido parecido al de soplar.
El fonendoscopio es un instrumento muy útil en la auscultación cardiaca y se caracteriza por ser un tubo flexible en forma de Y. El extremo que se encuentra sólo tiene una campana cerrada por una membrana en un extremo que capta el sonido y lo transmite a los oídos a través del extremo bifurcado. En el mercado existen numerosos fonendoscopios que permiten más precisión a la hora de auscultar a los diferentes tipos de pacientes que tenemos en veterinaria.
Para poder auscultar correctamente a un animal, hay que cumplir una serie de requisitos, como encontrarse en silencio y que el paciente esté tranquilo y se deje auscultar. Si el animal se muestra muy nervioso o tiene un carácter complicado, afectará en la auscultación, ya que detectaremos una frecuencia cardíaca más elevada que en ocasiones no permite detectar correctamente el soplo, así como gruñidos que dificultarán esta tarea.
En la auscultación, es importante ser metódico y empezar siempre por el mismo costado. Empezaremos por el lado derecho, dónde auscultamos la válvula tricúspide en la parte craneal del corazón, exactamente en el 4 espacio intercostal.
A continuación, seguimos por el lado izquierdo, donde encontramos la válvula mitral en la punta del corazón entre el 5 y 6 espacio intercostal. Seguimos por la válvula aórtica, que se encuentra en la base del corazón, entre el 3 y 4 espacio intercostal y finalizamos por la válvula pulmonar localizándola en la base del corazón, pero entre el 3 y 4 espacio intercostal.
Como característica de la auscultación, los pacientes con ductus arterioso persistente auscultaremos un soplo continuo tanto en el lado izquierdo y derecho entre el 3 y 4 espacio intercostal.
Hay te tener en cuenta si el soplo provoca signos de gravedad de la enfermedad como tos, taquipnea, crepitaciones, intolerancia al ejercicio, síncopes, ascitis y pérdida de peso entre otros.
Estos animales deberán ser complementados con pruebas diagnósticas cómo radiografía, ecocardiografía, analíticas completas y electrocardiograma.