El triage en urgencias es un procedimiento de vital importancia a la hora de clasificar las urgencias y en muchas ocasiones vital para la estabilidad del paciente.
En el caso de las urgencias oftalmológicas siempre es importante tener en cuenta que el ojo es un órgano muy sensible y que una mala gestión de la urgencia puede ser nefasta para la capacidad visual del paciente.
Es por ello que, el paciente oftalmológico debe ser visitado lo antes posible.
Como auxiliares técnicos veterinarios debemos estar familiarizados tanto con la terminología oftalmológica como con el material que necesitaremos a la hora de atender a nuestros pacientes.
Este conocimiento nos ayudará a tener claro un plan de actuación ante cualquier urgencia oftalmológica, así como a determinar la severidad del problema y poder avanzarnos a la llegada del veterinario.
Un procedimiento que podemos realizar y que evitará empeoramiento de nuestros pacientes es el uso del collar isabelino, para evitar la autolesión. El dolor ocular es intenso y los pacientes tienden a autolesionarse.
Saber realizar correctamente un test de schirmer o una tira de fluoresceína nos ayudará a proporcionarle al veterinario una información más precisa.
Dentro de las urgencias oftalmológicas la proptosis ocular es de las urgencias más habituales en pacientes politraumatizados o mordidos, sobre todo en razas braquicéfalas.
Una rápida actuación, evitar el autolesionado y proporcionar analgesia puede ser necesario para conservar la viabilidad visual del ojo proptotico.
- Collar isabelino.
- Hidratación córneal.
- Gasas impregnadas de suero glucosado frio.
La afectación de más de 2 músculos oculares, puede afectar al nervio óptico y a la viabilidad visual del paciente.
Todo y parecer menos grave, las úlceras corneales deben ser visitadas y tratadas lo antes posible, ya que pueden evolucionar y empeorar rápidamente y llegar a infectarse o perforarse.
En el caso de sospechar de una úlcera córneal (posibilidad de cuerpo extraño córneal, accidente con objeto punzante, enrojecimiento del globo ocular, ojo cerrado, etc.) debemos aconsejar al propietario que en el traslado al hospital debe evitar que el paciente se rasque el ojo. El uso del collar isabelino será recomendando.
Dependiendo de la causa de la úlcera, esta puede evolucionar de una úlcera superficial a una úlcera profunda e infectada o perforada en pocas horas.
En el caso de úlceras muy profundas y/o infectadas muchas veces el paciente requerirá ingreso hospitalario. Es importante que durante la hospitalización mantengamos el tratamiento intensivo pautado por el veterinario y vigilemos que el paciente no pueda hacerse más daño con la puerta de la jaula o las mantas.
Otra de las urgencias más habituales sobre todo debido a peleas o traumatismos es la laceración palpebral. Todo y parecer una urgencia menor y/o que es más a nivel estético, estas laceraciones deben ser visitadas por un oftalmólogo ya que se pueden producir defectos en la morfología del párpado y provocar lesiones secundarias (úlceras por rozamiento y/o exposición de la córnea).
El glaucoma agudo no siempre es provocado por una patología intraocular y puede ser secundario a una enfermedad sistémica primaria. Eso no quita, que deba ser tratada tanto la causa primaria como el glaucoma, ya que resulta muy doloroso para el paciente.
Menos habituales es la presencia en urgencias de pacientes con dolencias relacionadas con la retina. La ceguera aguda muchas veces no es bien identificada por el propietario, sino que suelen presentarse en urgencias porque la mascota tiene un cambio de comportamiento.
El diagnostico de la causa a veces requerirá pruebas analíticas complementarios y/o pruebas de imagen como la tomografía computerizada (TC) si se sospecha de una masa intracraneal o de enfermedades metabólicas o infecciosas.
Si existe ceguera aguda debemos advertir al propietario que mantenga a su mascota vigilada, ya que la nueva situación puede provocar accidentes como caídas, golpes, etc.