Los vómitos y diarreas son síntomas muy frecuentes en perros y gatos, y al ser tan habituales no siempre se consideran importantes.
Aunque a veces son consecuencia de ingestiones voluntarias de algún tipo de alimento u objeto, pueden estar ocasionadas por infecciones gastrointestinales, intoxicaciones, enfermedades orgánicas u obstrucciones intestinales. Por ello es fundamental saber cuando estos síntomas son importantes o pueden esperar.
Las causas más comunes de vómitos y diarreas suelen ser las siguientes:
- Infecciones, parásitos y virus: Enfermedades como el parvovirus, infecciones bacterianas o parásitos como giardias y lombrices pueden causar trastornos digestivos severos, incluyendo vómitos incontrolables y diarrea con sangre.
- Intoxicaciones y problemas alimenticios: Muchos animales consumen sustancias tóxicas como chocolate, uvas, medicamentos humanos, xilitol o plantas peligrosas. Cambios bruscos de dieta o alimentos en mal estado también pueden causar malestar gastrointestinal.
- Cuerpos extraños y obstrucciones: Los perros y gatos pueden ingerir objetos como juguetes, huesos o plásticos, que luego se atascan en el tracto digestivo. Esto provoca vómitos sin éxito, dolor abdominal e incapacidad para defecar. En estos casos, la cirugía de emergencia suele ser necesaria.
Pero realmente, ¿Cuándo son un signo de urgencia? Podemos decir que, si los síntomas son persistentes, contienen trazas de sangre, se acompaña de heces oscuras o provoca debilidad y apatía en el paciente, éste debe ser tratado con urgencia.
Si nos enfrentamos a un paciente con los síntomas anteriormente descritos, éstos necesitaran de pruebas sanguíneas y de diagnóstico por imagen para poder identificar la causa subyacente de los síntomas de manera rápida y precisa.
Como conclusión, los vómitos y diarreas no siempre son signos leves. En muchos casos pueden representar condiciones médicas graves que requieran atención inmediata.