En hospitalización y cuidados intensivos es muy frecuente el uso de catéteres centrales, sobre todo en aquellos pacientes que llevan mucho tiempo hospitalizados o pediátricos en los que necesitamos un acceso venoso a largo plazo.
Este tipo de catéter es de gran diámetro y podemos colocarlo en la vena yugular.
Nos permite administrar fluidos, monitorizar la presión venosa central, nutrición parenteral, administrar fármacos e incluso para la extracción de muestras sanguíneas.
Es un proceso realizado por los veterinarios pero en el que podemos ayudar y participar de forma activa.
Los materiales que necesitamos son:
-Peladora
-Gasas estériles
-Paño de campo
-Guantes estériles
-Clorhexidina
-Venda de algodón
-Venda cohesiva
-Material para sutura
-Sutura
-Collar isabelino
-Kit de catéter central
El kit de catéter central contiene:
-Hoja de bisturí
-Catéter corto (catéter gris)
-Fiador con una guía
-Dilatador
-Catéter central con varios puerto
-Palomillas de sujeción
-Jeringa
PROCEDIMIENTO:
En primer lugar, rasuramos la piel y realizamos una limpieza quirúrgica de la zona.
Debemos heparinizar el catéter central con suero heparinizado antes de comenzar.
Una vez incidida la piel con un bisturí, introducimos un fiador de catéter corto en la yugular para así asegurar su posición y comprobamos que estamos en el interior cuando vemos salir sangre. Podemos ayudarnos de una jeringa para aspirar.
A continuación, medimos desde el extremo distal del catéter hasta el 3-4 espacio intercostal e introducimos la guía en el catéter a la longitud medida con anterioridad.
Retiramos el catéter asegurándonos de que la guía metálica no se sale.
Después introducimos el dilatador de plástico por la guía metálica hasta entrar en la vena y seguidamente lo retiramos.
Cuando se ha retirado el dilatador, insertamos el catéter central a través de la guía metálica y se introduce en la vena hasta la medida elegida anteriormente.
La guía metálica debe mantenerse siempre sujeta mientras avanza el catéter y una vez colocado la retiraremos.
Comprobamos que la sangre fluye correctamente por los puertos del catéter, los irrigamos con suero fisiológico heparinizado para limpiarlos y cerramos los puertos con un tapón puncionable.
Finalmente se suturan las palomillas de sujeción a la piel y vendamos el cuello con venda de algodón y cohesiva, colocando para terminar al paciente, un collar isabelino para proteger el catéter.
MANTENIMIENTO:
La colocación del catéter puede durar semanas. Debemos mantener la zona limpia y heparinizar los puertos con suero heparinizado cada 4 horas para así evitar que se coagulen y que se puedan formar trombos.