¿Qué hacer cuando nuestro paciente es un ave?
Es importante que los ATVs, sobre todo aquellos que quieran trabajar en una hospitalización con animales exóticos, tengan unas nociones básicas sobre cómo trabajar con este tipo de pacientes emplumados, comenzando por saber cuáles son las aves más frecuentes en una hospitalización.
A la hora de preparar la instalación, ¿será igual para todos? Generalmente se cumplen ciertas pautas básicas a la hora de preparar una instalación independientemente del ave que sea, como por ejemplo, poner papeles de periódico/revistas, papel de cocina o un empapador en la base de la jaula o instalación, poner comederos y bebederos, perchas, … pero siempre teniendo en cuenta su tamaño, el motivo de ingreso y ciertas particularidades propias de su especie. Si nuestro paciente es un guacamayo (Ara ararauna) la percha que pondremos en su instalación será significativamente más grande que la que usemos en un periquito (Melopsittacus undulatus). O si, por ejemplo, el animal ingresa con convulsiones, debilidad extrema y/o una fractura, lo más indicado será no poner ningún tipo de percha, sea el ave que sea, para evitar accidentes durante su recuperación.
Una vez instalada, ¿qué debemos monitorizar?
Las aves son unos animales tremendamente sensibles al estrés, por lo que casi toda la monitorización la realizamos sin ni siquiera manipular a nuestro paciente.
Lo más sencillo es recordar la regla nemotécnica del A, B, C y D, siendo la A de actitud (detectar los signos de dolor o malestar), B de belleza (observando si su apariencia física es la adecuada), C de comida (vigilando si come lo suficiente) y D de deyecciones (fijándonos en tres aspectos: heces, orina y uratos). Simplemente observando, podemos obtener una gran información sobre el estado del animal. Pero, ¿qué podemos hacer si, por ejemplo, nuestro paciente no come por sí mismo? En estos casos sería necesario realizar un sondaje y para ello es fundamental que el ATV esté familiarizado con las técnicas para llevar a cabo dicho procedimiento, como saber qué tipo de sonda debe usar, cómo posicionar al animal, qué alimento tiene que administrar y cómo debe ser preparado.
Una vez que vayamos a sacar al ave de su instalación es vital saber hacerlo correctamente. Por lo general son animales asustadizos y podrían herirnos con sus picos y/o uñas, además de poder lesionar nosotros al propio animal si no se realiza un manejo adecuado.
A la hora de medicar a nuestro paciente debemos tener en cuenta que anatómica y fisiológicamente las aves difieren mucho de los mamíferos. Por ello, si nuestro paciente es, por ejemplo, un loro, necesitamos saber cuáles son las diferentes vías de administración de fármacos utilizadas en ellos, como la vía oral (PO), subcutánea (SC) o la vía intramuscular (IM).
Además, debemos contar con que algunas aves son muy pequeñas, por lo que muchas veces el cálculo de dosis aplicado en ellas requiere de una pequeña adaptación. Imaginemos que tenemos un periquito al que debemos inyectarle una dosis de meloxicam, y al hacer el cálculo de dosis obtenemos que la cantidad a administrar es de 0,007 ml. ¿Cómo podremos cargar esa cantidad tan pequeña si el mínimo de una jeringuilla de 1 ml es de 0,1 ml? En estos casos necesitaremos hacer una dilución, y es importante que el ATV domine cómo hacerlo sin ningún error puesto que, un pequeño desajuste en la dosis administrada puede producir graves consecuencias en la salud del animal.