Cómo realizar una curva de glucosa en gatos

La diabetes mellitus (DM) es una de las enfermedades endocrinas más frecuentes en el gato y como resultado, es frecuente encontrase con pacientes a los que debemos controlar la glucosa.Los signos clínicos más comunes que presenta un paciente con DM son la poliuria, polidipsia, polifagia y pérdida de peso.

El valor normal de glucosa en un gato sano es entre 80-120 mg/dl y el de un gato diabético controlado es entre 80-270 mg/dl. Las situaciones de urgencia que nos podemos encontrar en un gato diabético pueden ser por hipoglucemia o cetoacidosis.

gato con diabtes cómo realizar curva de glucosa

Si tenemos un paciente con hipoglucemia (<60 mg/dl) puede mostrar alteraciones del estado mental, debilidad, ataxia, convulsiones o ceguera, y deberemos actuar según su estado y valor de la glucosa. El tratamiento es la administración de bolos de glucosa (G50) a 1ml/kg, repetir si hiciera falta e incluso puede ser necesario iniciar infusión de 5% dextrosa. En caso de no poder facilitarle estas opciones, se puede actuar de forma rápida administrando jarabe glucosado, miel o azúcar en las mucosas u oral si puede deglutir.

En el caso de la cetoacidosis diabética (que es la forma más frecuente de descompensación de la diabetes, nuestro paciente presentará hiperglucemia severa (>270 mg/dl) y cuerpos cetónicos en orina (cetonuria), además, se pueden observar otros signos clínicos como letargia, anorexia, vómitos y signos neurológicos. La cetoacidosis diabética puede ser mortal, por lo tanto, es importante su tratamiento inmediato. Deberemos administrar una CRI de insulina de acción rápida (SIEMPRE en SSF) y monitorizar la glucosa a las 4 horas de iniciar la CRI y posteriormente cada 2 horas ajustando la CRI a dichos resultados si fuera necesario. También deberemos tener monitorizado el potasio ya que la insulina tiende a bajar sus niveles.

Cuando un paciente se inicia en el tratamiento con insulina para controlar su glucosa, es aconsejable realizar una curva de glucosa para poder ajustar la dosis de la insulina y conseguir así los objetivos del tratamiento: reducir signos clínicos, mantener niveles de glucosa y evitar complicaciones propias de la diabetes (como pueden ser la hipoglucemia o la cetoacidosis), de esta manera conseguiremos mejorar la calidad de vida de nuestro paciente felino.

Durante la monitorización de la curva de glucosa que realicemos, debemos hallar el nadir (parámetro más bajo de glucosa), la duración de la insulina y el efecto que ejerce sobre los niveles de glucosa. La curva de glucosa debe monitorizarse una semana después de la 1ª dosis de insulina que reciba el paciente y hay que avisar al propietario que permanecerá en el centro veterinario un mínimo de 12 horas. Es muy importante que apliquemos un buen manejo “catfriendly” para minimizar el posible estrés que pueda padecer. Para ello debemos instalar a nuestro paciente en una habitación o jaula, libre de ruidos, con una luz y temperatura adecuadas, minimizando el movimiento del personal y evitando en la medida de lo posible vecinos poco convenientes. También debemos facilitarles comida (alta en proteína y baja en carbohidratos) y agua. Una vez seleccionado el lugar de reposo para nuestro paciente durante las próximas horas, deberíamos realizar toda la monitorización de la curva en ese mismo lugar evitando los desplazamientos para que nuestro paciente se sienta seguro y tranquilo. De la misma forma intentaremos que siempre sea el mismo miembro del equipo quien realice la monitorización.

Nuestro paciente deberá venir de casa con su dosis de insulina inyectada y habiendo comido. La monitorización se realizará durante 12 horas realizando la medición de la glucosa cada 2 horas.

Para medir la glucosa tenemos varios métodos. El más común es a través de la sangre de un capilar del pabellón auricular o de los cojinetes (carpales o tarsales) siendo la opción del pabellón auricular la más recomendada. Otro método más novedoso es a través del espacio intersticial mediante un dispositivo inalámbrico adherido a la piel. En este último caso, para tener las lecturas de la glucosa solo necesitaremos un lector específico para esta función. En las situaciones más comunes cuando realicemos las lecturas a través de los capilares, debemos usar un glucómetro de veterinaria donde además debemos especificar la especie. Es importante no usar glucómetros de humana ya que estos infravaloran los resultados. Cuando tengamos el glucómetro preparado, hay que pinchar el capilar con una aguja fina (25G) y seguidamente succionar la gota de sangre con la tira del glucómetro. En el caso de la almohadilla podemos realizar la punción en un lateral, si escogemos el pabellón auricular podemos ayudarnos de una luz colocándola en la parte externa para visualizar mejor los capilares y aplicar un poco de calor para conseguir una mayor vasodilatación. Una vez hecha la lectura, se debe aplicar presión para evitar la formación de hematomas.

Insulinas

Pueden ser de veterinaria (Prozinc, Caninsulin) o de humana (Lantus, Actrapid), además, también pueden ser de acción lenta o rápida. La insulina debe guardarse en nevera y debemos fijarnos si es una insulina con poso, ya que se si fuera así, antes de usarla debemos mezclarla desplazándola entre las manos (sin agitar). Las insulinas de acción lenta (Lantus, Prozinc, Caninsulin) se administran de forma subcutánea cada 12 horas (si la situación lo requiere) después de haber medido la glucosa y habiendo comido. Por otro lado, la insulina de acción rápida (Actrapid) solo la administraremos en caso de tener una urgencia de cetoacidosis diabética y se administrará según el estado del paciente.Otra cosa muy importante que debemos tener en cuenta a la hora de pinchar insulina a nuestros pacientes es la jeringa con la que cargaremos la dosis, ya que la concentración de UI/ml no es la misma en una insulina de humana que en una de veterinaria, por lo tanto, las insulinas de veterinaria debemos cargarlas con jeringas de insulina de 40 UI/ml y las insulinas de humana con las de 100 UI/ml.

Cómo realizar una curva de glucosa en gatos

Raquel Bernabé, auxiliar de veterinaria

Miembro de ANAVET

ATV responsable hospitalización y equipo enfermería Clínica Felina Barcelona

Un comentario

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *