Distocia: tratamiento en la clínica

Una de las urgencias más habituales en la clínica veterinaria son las relacionadas con los partos y relativas a la distocia. La distocia se define como la incapacidad de dar a luz de manera normal y sin problemas y este hecho hace que tengamos que ayudar a la madre para poder dar a luz a los cachorros o bien por medios farmacológicos o bien con tratamiento quirúrgico basado en la cesárea.

Las causas de distocia pueden ser relacionadas con la madre, cómo el cansancio, derivadas de enfermedades sistémicas, por edades avanzadas; por otro lado, pueden deberse a causas fetales como las relativas al tamaño fetal o mal posicionamiento entre otras.

Las distocias suelen ser más comunes en perros que en gatos y suelen aparecer en animales braquicéfalos, con acondroplastias o animales con gran pureza de raza.

Una gestación a término está comprendida entre 62 y 65 días, aunque podemos esperar a los 70 para inducir la cesárea.

Es importante reconocer los signos de parto para poder decidir si la madre está teniendo dificultades y necesita ayuda para dar a luz. Si la madre experimenta agotamiento, descargas vaginales, fiebre, vómitos, dolor o un trabajo de parto improductivo, deberemos atender al animal en el centro veterinario, realizando un examen y palpación del canal de parto, radiografías abdominales para detectar gas y determinar la muerte fetal o una ecografía abdominal para comprobar la frecuencia cardiaca de los fetos y determinar si hay sufrimiento fetal.

En las opciones que tenemos de tratamiento, se deberá considerar la seguridad de la madre, la seguridad de los cachorros y el deseo del cuidador. Si no hay una obstrucción y tenemos inercia uterina por causas secundarias, podemos ayudar a la madre administrado oxitocina, glucosa o calcio. Cuando hay un riesgo inminente en la vida de los cachorros o signos de obstrucción se optará por una cesárea de urgencia. En este caso, la rapidez en la inducción y posterior salida de los cachorros debe ser la prioridad, ya que la anestesia y la interrupción del flujo uterino afecta directamente a los neonatos con hipoxia, depresión respiratoria y cardiovascular.

Una vez en el exterior, los cachorros necesitan ser reanimados como hace la madre: Retirar las membranas para permitir la respiración, limpieza de secreciones, secar fregando con una toalla de manera que estimulamos el sistema respiratorio, cardiovascular evitamos la hipotermia por humedad, mantener a los cachorros con una buena oxigenación, temperatura y seguros. Una vez estabilizados a nivel respiratorio y cardiovascular, suturaremos el cordón umbilical dejando más o menos medio centímetro de margen y anudaremos con una sutura, cortando el sobrante del cordón y de las membranas.

Una vez termine la cirugía y los neonatos se encuentren estables y con la temperatura por encima de 36,5 ºC, los pondremos a mamar para que puedan ingerir el calostro y estimular a la madre para que regule la producción de leche. Una vez estables, se dará el alta lo antes posible para que la madre recupere su ambiente seguro y libre de estrés para que pueda ocuparse de sus bebes.

 

 

Coordinadora de Auxiliares del HCV de la UAB

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