El electrocardiograma se define como un aparato eléctrico que nos permite registrar la actividad eléctrica del corazón. El impulso eléctrico se genera en el nodo sinoatrial de la aurícula derecha, viaja por la rama de Bachmann’s hasta el nodo atrioventricular y de ahí sigue por la rama de His, distribuyéndose por los dos ventrículos a través de las fibras de Purkinje.
El registro eléctrico se traduce en un complejo formado por diferentes ondas que corresponden a la despolarización y repolarización de los miocitos.
Lo primero de todo es conocer la morfología y ritmo normal del electrocardiograma ya que nos puede resultar de gran ayuda en la monitorización de nuestros pacientes.
Las alteraciones en el electrocardiograma se definen como arritmias. Siempre que detectemos una arritmia en la auscultación deberemos realizar un electrocardiograma para valorar realmente si esa arritmia es importante o no. Otras indicaciones son: estado de shock, traumatismos, signos de SIRS o CID, síncopes, anestesias, intoxicaciones, alteraciones electrolíticas, distrés respiratorio, parada cardiopulmonar y con la administración de ciertas medicaciones que pueden causar arritmias (bicarbonato, CRI de cloruro potásico…).
Para realizar un registro correcto deberemos colocar al paciente en decúbito lateral derecho, siempre que la posición no empeore el estado del paciente o no tolere esa posición. A través de unos electrodos colocados en las extremidades, la actividad eléctrica se registra y se muestra en la pantalla. Los electrodos los podemos colocar directamente con pinzas en la piel del paciente o con unos parches que se sujetan con esparadrapo a las extremidades y son menos traumáticos. Los electrodos constan de 4 colores y se colocan de la siguiente forma:
- Rojo: Extremidad anterior derecha
- Amarillo: Extremidad anterior izquierda
- Verde: Extremidad posterior izquierda
- Negro: Extremidad posterior derecha
Para valorar los cada latido cardiáco deberemos seguir el acrónimo PLACE donde:
- P: Velocidad del papel (25 mm/seg o 50 mm/seg)
- L: Derivación (I,II,II, aVR, aVF, aVL)
- A: Artefactos (temblores, convulsiones, jadeo…)
- C: Calibración (50 Hz o 60 Hz, valido en animales…)
- E: Evaluación(ritmo, frecuencia, onda…)
Debemos analizar que cada latido cuenta con onda P (inicio de la actividad eléctrica: el impulso se genera en el nodo sinoatrial), un complejo denominado QRS (corresponde a la despolarización de los ventrículos) y finalmente seguido de la onda T (repolarización de los ventrículos).Cuando realizamos un electrocardiograma, el registro se obtiene en papel milimetrado para poder medir tanto la amplitud de los complejos como la duración de cada una de las ondas y segmentos. También, podemos calcular la frecuencia cardiaca tal y como veremos en el webinar.
Existen diferentes ritmos donde podemos encontrar ausencia de ondas P, extrasístoles ventriculares o ondas P que no siguen complejos QRS, entre otros.
Es importante que el auxiliar se familiarice con los diferentes ritmos y sepa valorar cuando comprometen el gasto cardíaco y por ende la entrega de oxígeno y es necesario actuar.
Este webinar nos ha de servir para tener claro cuando tenemos que realizar un electrocardiograma a nuestro paciente, saber cómo se colocan correctamente los electrodos y al paciente, poder detectar que los artefactos están variando el ritmo y valorar la gravedad de la situación para poder dirigirnos al veterinario para poder actuar rápidamente.