La osteoartritis (o artrosis) es una enfermedad de las articulaciones en la que los tejidos de la articulación afectada se deterioran con el tiempo, provocando inflamación y dolor.
La OA es una enfermedad muy frecuente en gatos y degenerativa, pero debido a su comportamiento de cazador solitario, y también de presa, tienden a no dejar ver sus debilidades, y el hecho de ser pacientes altamente estresables y muy sensibles a cualquier cambio en su rutina hace que resulte muy difícil llegar a diagnosticar esta enfermedad. Por todo ello, la OA resulta una enfermedad que pasa desapercibida por el propietario y que, además, está infradiagnosticada.
Los síntomas de la OA se pueden reflejar/detectar tanto en la movilidad como en el aspecto del paciente felino. El gato con OA tiende a saltar menos, buscar zonas de descanso de fácil acceso, realizar menos actividad física, puede tener problemas a la hora de orinar o defecar en el arenero, mostrar algún tipo de cojera o rigidez, también puede tener un pelaje con aspecto menos cuidado (o incluso clapas), las uñas incómodamente largas, entre otras. Y debido al dolor que causa esta enfermedad, también pueden mostrar cambios en el carácter.
Todos los gatos a partir de 7-10 años deberían realizarse revisiones periódicas, y para que ésta consulta sea lo más eficiente posible, deberemos poner en práctica un buen manejo cat friendly, trabajar con paciencia y observar los movimientos del paciente en consulta, además de explorar las articulaciones y reforzar el diagnóstico con pruebas radiográficas. También se pude facilitar un cuestionario para al propietario y de esta manera poder confirmar o descartar los posibles cambios de comportamiento en su día a día.
El tratamiento del paciente con OA no debe basarse solo en la farmacología, debemos asesorar bien al propietario para que desde casa también ayuden a paliar esta enfermedad, y para ello deberán adaptar su hogar para facilitar el día a día de su pequeño felino. Camas más confortables en lugares tranquilos y accesibles, escaleras para acceder a lugares elevados o ayuda con el acicalamiento son algunas de las medidas, pero también es importante que cuiden su dieta evitando o controlando la obesidad.
La parte farmacológica es responsabilidad de los compañer@s veterinari@s, pero parte de nuestro trabajo es conocer y entender las opciones que tenemos. Existe una escala de tratamiento del dolor en la que su avance va directamente relacionado con el avance de la enfermedad y, además, existe un tratamiento reciente muy efectivo que afecta directamente en la regulación del dolor. Por otro lado, también existen opciones no farmacológicas que se pueden aplicar con cualquier tratamiento farmacológico prescrito y que pueden complementar en caso de necesidad.