Realización de un enema

Los enemas son un tipo de procedimiento habitual en la clínica diaria.Los realizamos cuando nuestros pacientes presentan estreñimiento o cuándo los preparamos para una colonoscopia.

Generalmente el tránsito intestinal desde la ingesta de la comida hasta la evacuación de las heces dura entre 12-24 horas pudiendo prolongarse en algunas ocasiones sin efectos adversos.

De forma normal el colon absorbe el agua de las heces, pero debidos a ciertas patologías que alteran la motilidad del colon o en situaciones de deshidratación las heces se pueden hacer más duras y dolorosas en esta región y difíciles de evacuar.

Cuando otros tratamientos no son eficaces debemos proceder a la realización de un enema. Aunque sea un procedimiento rutinario y sencillo, debe realizarse de forma cuidadosa, con el paciente sedado, ya que puede resultar muy molesto e incluso doloroso.  Además, conseguimos de este modo la relajación adecuada que nos permita vaciar el colon sin resistencia.

Los materiales necesarios son:

-Sonda del número 6

-Jeringa de 60 ml

-Agua tibia

Para la realización de un enema lo primero debemos vaciar la vejiga del paciente, ya que si está llena, podemos golpearla con la sonda y provocar posteriormente hematuria en el paciente.

Lubricamos la sonda y la introducimos suavemente. A veces es difícil entrar en el recto, mete la sonda y a la vez un poco de agua para facilitar la entrada.

Una vez dentro, introduce la sonda hasta que haga tope, entonces meteremos 1/3 del agua que hayamos cargado, siempre tibia, comprueba que no esté muy caliente antes metiendo el codo en el recipiente (es un buen truco).

La cantidad máxima es de 10ml /kg.

El veterinario valorará si está indicado administrar más agua.

Saca la sonda, ahora masajea suavemente el abdomen para distribuir bien el agua. En los pacientes con impactación es importante ablandar estas heces para conseguir que salgan.

Repite el proceso hasta introducir todo el agua.

Puedes ayudarte de un dedo para hacer salir las heces, hazlo de forma delicada siempre.

Por último, recuerda limpiar y secar al paciente bien.

Emily Badaraco, auxiliar de veterinaria

ATV y Responsable del servicio de Nutrición Hospital Felino Gattos de Madrid