Es bastante habitual entre las urgencias de exóticos encontrarnos con tortugas politraumatizadas y con fracturas de caparazón o plastrón. Tortugas se han caído por el balcón, atropelladas (coches, desbrozadoras…), pisadas, atacadas por un perro, etc. Acuden a la clínica con fractura de caparazón o de plastrón (siendo las de caparazón en la que nos vamos a centrar hoy), con hemorragias, disnea, heridas muy contaminadas…
La resolución de estas fracturas no es urgente. Como en cualquier otro caso, siempre dejaremos las fracturas óseas de lado hasta la completa estabilización del paciente. Mantendremos a la tortuga en incubadora con calor y humedad e instauraremos tratamiento de urgencia a base de oxigenoterapia, fluidos, antibióticos, antiinflamatorios y sobretodo analgésicos porque recordemos que no deja de ser un politraumatizado y, estas fracturas, a pesar de ser en el caparazón, duelen muchísimo. Lógicamente, también cortaremos los posibles sangrados que presente.
Tras la estabilización, podemos comenzar a hacer pruebas diagnósticas, siendo de elección las radiografías (laterolateral, dorsoventral y de frente) para ver el alcance de la fractura y si tenemos daños en la cavidad celómica o en los pulmones.
Una buena limpieza y desinfección de la zona también es esencial, dado que siempre aparecen fragmentos y restos óseos. Haremos curas con suero salino fisiológico o soluciones como povidona yodada o clorhexidina diluidas en suero salino fisiológico, siempre atemperadas. Retiraremos cualquier tipo de cuerpo extraño. Incluso, tras las curas, podemos instaurar un tratamiento de antibioterapia local.
Una vez estable, podemos proceder a la reconstrucción, pero siempre sin prisa, lo ideal es esperar unos días con tratamiento médico y curas antes de cerrar completamente la zona, reduciendo así la posibilidad de infecciones.
Como veremos en el vídeo, lo primero que hacemos es sujetar las extremidades posteriores para mantenerlas inmóviles, por una parte, y por otra para proteger la zona dado que en esta tortuga no solamente vamos a fijar una fractura, sino que también vamos a reconstruir una zona que ya no tiene, como veréis, le falta parte de las placas córneas de la zona dorsocaudal y tenemos que crear un caparazón por encima.
Antes de reconstruir, procedemos a una última limpieza de la zona con suero salino fisiológico atemperado y a retirar los posibles restos de caparazón que hayan quedado. Esta tortuga tenía un fragmento de caparazón que nos entorpecía la reconstrucción, entonces lo retiramos con cuidado con ayuda de unas tijeras.
Una vez lo tenemos limpio, colocamos una almohadilla tipo esponja hemostática biocompatible porque queremos mantener esa zona lo más protegida posible. En concreto, esta almohadilla es de colágeno y se reabsorbe en unas 3 semanas, con lo cual es ideal para crear una capa protectora. Debemos tener en cuenta que estas almohadillas se deben usar en zonas no infectadas ya que el colágeno, al ser una proteína, podría potenciar la infección. Pero nuestra tortuga ya lleva tiempo bajo tratamiento antibiótico y la zona está sana.
La recortamos a la medida que necesitamos, la humedecemos con suero salino fisiológico y presionamos la almohadilla con ayuda de algún instrumental para que la fibrina se fije.
Mientras esperamos a que se seque un poco, procedemos a realizar unos cortes con bisturí en el perímetro de la herida, en zona sana del caparazón, para mejorar la adherencia de las capas que colocaremos a continuación.
Por encima de la almohadilla y ya en contacto con zona sana del caparazón para mejorar la fijación de nuestras capas, colocaremos un fragmento de malla de polipropileno. Dicha malla quedará adherida al caparazón con resina epoxi.
Dado que tenemos que construir una parte que falta por completo, tenemos que colocar algo que le de estabilidad. En este caso, nos decantamos por un fragmento de malla metálica con microagujeros, cuyos bordes, como veréis, previamente hemos protegido con fibra de vidrio. Le hemos dado un poco la forma convexa del caparazón para que se adapte perfectamente.
Y, por último, comenzamos a fijar e impermeabilizar todas nuestras capas con fibra de vidrio que, al secarse, va a ser completamente estanco y resistente a golpes. Una vez seca, perfeccionamos la zona con una herramienta para pulir y ya tendríamos nuestra prótesis perfectamente colocada.
En unos 10 días, nuestra tortuga podrá disfrutar de nuevo de sus baños sin ningún problema. Debemos recordar que su crecimiento va a continuar y esta prótesis no le va a dejar seguir desarrollándose, por lo que lo ideal es citarla en unos meses para realizar unos cortes en el nuevo caparazón y que, de esta manera, le permita continuar con su crecimiento. Más tarde podremos retirarlo todo dado que habrá regenerado toda la zona.