Socialización del cachorro

A continuación, trataremos sobre la etapa de socialización del cachorro, centrándonos en la socialización del perro.Veremos que hay distintas etapas, qué ocurre en cada una de ellas y qué consecuencias puede tener a lo largo de la vida del animal.

A menudo el propietario tiene dudas sobre cómo debe educar a su cachorro, especialmente cuando no han tenido nunca una mascota, en la primera consulta del cachorro además de realizar una exploración física, valorar el estado de salud del animal y revisar el calendario vacunal, también debemos explicar cuáles son estas etapas de socialización del cachorro y qué debe esperar el propietario en cada una de ellas.

Muchos de los problemas que presentan los animales adultos tienen una relación directa con una socialización inadecuada del animal en las etapas más tempranas de su vida.

El período PRENATAL se refiere a la etapa en la que el cachorro aún no ha nacido, pero éste puede verse afectado por el comportamiento y el bienestar de la madre durante la gestación.

Desde que el cachorro nace hasta que tiene 2 semanas de vida nos referimos cómo etapa NEONATAL, en esta fase el cachorro pasa aproximadamente el 70% de tiempo durmiendo, en fase REM. Durante este periodo el cachorro es incapaz de miccionar y defecar por sí solo, será la madre que se encargue mediante lamidos.

Cuando los cachorros tienen entre 12 y 21 días de vida estamos en la etapa de TRANSICIÓN, durante esta etapa el cachorro desarrolla progresivamente capacidades neurológicas y funciones locomotoras.

Con este comportamiento un poco más independiente pueden salir de la protección neonatal y abrirse a nuevas experiencias sensoriales.

A partir de las 3 hasta las 12 semanas el cachorro entra en la fase que llamamos período de SOCIALIZACIÓN,lo aprendido durante este período es duradero y será la base de los patrones de comportamiento adulto y puede ser el inicio de problemas de conducta.

Durante el período de socialización aparecen distintas habilidades:

  • Capacidad de respuesta
  • Conducta de juego
  • Conducta sexual
  • Patrones de conducta exploratoria
  • Afinidades sociales
  • Habilidades para resolver problemas
  • El miedo y la respuesta de evitación.

 

El cachorro deberá aprender pautas de comportamiento con los miembros de su misma especie y a relacionarse con las personas.

El reconocimiento de otra especie a la cuál no pertenece no es innato en perros, sino que debe aprenderse y es en este periodo de socialización cuando el cachorro aceptará como suya a cualquier especie con la que tenga contacto.

El contacto con sus hermanos y con su madre en este tiempo facilitará que aprenda que es un perro y como tiene que comportarse. Su madre, entre otras cosas, le enseñará a tener control del mordisco (inhibición de la mordida) y aprenderá las distintas posturas y vocalizaciones mediante el juego con sus hermanos. Los cachorros que han sido destetados muy pronto tienden a morder más fuerte porque no hay una reacción de control.

Lo ideal sería separar al cachorro cuando tenga 7 semanas, porque así aseguramos que el cachorro ha pasado el tiempo suficiente con su madre.Los cachorros separados prematuramentetambién presentan déficits sociales y emocionales, como por ejemplo hiperactividad, ansiedad, problemas de desapego, angustia por separación y eliminación inadecuada, entre otros.

A partir de entonces es importante que tenga contacto no solo con su nueva familia humana sino también tiene que conocer a un número amplio de personas, niños pequeños, personas adultas, desconocidos, …

Durante el aprendizaje el propietario deberá enseñarle las normas básicas de conducta social entre perros y personas, los hábitos de eliminación adecuada (orinar y defecar en la calle) y por último habituarlo a un gran número de estímulos ambientales distintos.

El entorno que envuelve al cachorro debe ser lo más rico posible para que pueda irse familiarizando, por ejemplo, a ruidos intensos,sitios donde haya una gran concurrencia de gente, calles muy transitadas.

También es conveniente que los acostumbren a explorarlos como haría un veterinario, el propietario puede empezar en casa para que las primeras visitas sean lo más cómodas posibles para el cachorro, cepillarlos, lavarles los dientes, lavarle las orejas, cortar las uñas, transportarlos en coche o en transportín, ponerles la correa o el collar, aunque al principio solo sea por casa. Además, es importante que aprendan a quedarse solos.

El propietario debe premiar las conductas tranquilas y sumisas y castigar o ignorar las conductas erróneas.  La educación canina se fundamenta en el condicionamiento clásico y el condicionamiento operante. En este último se utilizan las consecuencias de la conducta como base para el aprendizaje, de este modo, si aplicamos el refuerzo positivo, habrá mayores posibilidades de que el perro realice una determinada conducta. Añadir un estímulo agradable, una recompensa o un premio cuando el perro realiza una conducta adecuada. En el caso de que el propietario quiera disminuir o eliminar una determinada conducta debe “castigarlo” justo cuando el cachorro realice dicha conducta, puede castigarle mediante una orden verbal directa “NO” castigo directo, o de manera indirecta o pasiva, por ejemplo, cuando el cachorro muerda deberán ignorarle y dejarlo solo un rato.

Todos los miembros de la familia deben actuar de la misma forma, es decir, si se permite  un comportamiento o se castiga una conducta todos los miembros deben actuar de la misma forma para no enviar señales contradictorias.

Gisela Matejcek, auxiliar de veterinaria

Licenciada en veterinaria