El paciente deshidratado: «fluidoterapia y monitorización»

La administración de fluidos intravenosos forma parte del tratamiento habitual de numerosas patologías en la clínica veterinaria.

Además son múltiples sus indicaciones:rehidratación, restitución del volumen circulante del paciente, corrección de los desequilibrios electrolíticos y ácido base, o simplemente el mantenimiento de la vía permeable.

Es responsabilidad del equipo veterinario una correcta elección del tipo de fluido en cada caso, así como de un cálculo adecuado del volumen a administrar, pero el control y la monitorización de estos pacientes durante la hospitalización por parte del ATV, jugará un papel fundamental en el éxito de la fluidoterapia y la evolución positiva del paciente.

Conocer las características esenciales de las distintas fluidoterapias según las patologías más frecuentes que nos encontramos en el día a día en el hospital veterinario, nos ayudará a detectar complicaciones de forma temprana y conocer las herramientas necesarias para el control de estos pacientes.

La distribución de los fluidos en el organismo

La cantidad total de agua del organismo, un 60% aproximadamente del peso corporal, se distribuye en dos compartimentos, el compartimento intracelular y el compartimento extracelular.

El COMPARTIMENTO INTRACELULAR comprende todo el líquido que hay en el interior de las células, constituyen 2/3 del total de los fluidos del organismo.

El COMPARTIMENTO EXTRACELULAR constituye 1/3 del total de los fluidos, y se divide en dos compartimentos más:

  • Compartimento Intersticial: es el 75% del fluido extracelular, es el espacio que se encuentra alrededor de las células.
  • Compartimento intravascular: es el 25% restante y lo forma el volumen que circula por arterias y venas.

Existe un tercer compartimento, el transcelular, que contiene una pequeña cantidad de fluidos orgánicos, apenas un 2% de peso corporal aproximadamente, y lo forman fluidos como el líquido cefalorraquídeo, la bilis, secreciones respiratorias, líquido pleural o pericárdico, entre otros.  Cabe destacar este compartimento, ya que en algunas patologías el volumen de estos fluidos puede verse aumentado y debe tenerse en cuenta.

Tipos de fluidos

Disponemos de distintos tipos de fluidos o soluciones, que utilizamos en diferentes situaciones en función de su composición y la patología del paciente.

Se clasifican en:

  • Cristaloides: contienen electrolitos, agua, dextrosa, Pueden ser de:
    • Reemplazo / Mantenimiento
      • Hipotónicos : Cloruro de Sodio
      • Isotónicos: Glucosalino Isotónico 3,6%, Ringer Lactato (RL), Solución Salina Fisiológica (NaCl 0,9).
      • Hipertónicos: Hipertónico Salino (NaCl 7,5)

Fluidos de reemplazo (RL/NaCl)

  1. Tienen una composición similar a la del plasma (líquido intravascular) y a la del líquido extracelular, por eso los utilizamos para reponer el déficit plasmático en hipovolemias con pérdidas de fluidos similares a la composición plasmática (vómitos, diarrea).
  2. Se suplementan con potasio si es necesario.

Fluidos de mantenimiento (Sterovet)

  1. Estos fluidos están indicados para restituir las pérdidas diarias de sodio y mantenerlos a largo plazo. No se utilizan para reanimación en fluidoterapias de shock hipovolémico, ya que no se quedan en el espacio intravascular.
  • Coloides: la diferencia principal con los cristaloides es que contienen moléculas más grandes que no pueden atravesar los vasos y aumentan la presión osmótica atrayendo el líquido del intersticio a su interior, produciendo así un aumento de volemia.
    • Naturales: Albúmina, plasma, sangre
    • Sintéticos: Gelatinas,dextranos,hidroxietilalmidones(Isohes)

 

La importancia de la monitorización

La fluidoterapia en todos sus aspectos, tipo de fluido, velocidad de infusión, suplementación, debe ser individualizada y diseñada específicamente para cada paciente.

Debido a que la estimación de la deshidratación es  una aproximación subjetiva, y la asimilación de los fluidos por parte del paciente puede ser variable, junto con la aparición de otras complicaciones derivadas de la propia enfermedad del mismo; debemos monitorizar exhaustivamente al paciente que recibe una fluidoterapia, evaluando sus constantes vitales, la evolución del peso, las pérdidas patológicas y los electrolitos sanguíneos diariamente.

Muchas patologías en el paciente van a producir hipovolemia, las más obvias son las pérdidas de líquidos en sí, como diarreas, vómitos, hemorragias, pero hay otras que también afectan al volumen circulante como los edemas, el acúmulo de fluidos como respuesta inflamatoria local en cavidad peritoneal, sepsis, fallo cardiaco…

En el webinar veremos las características de este tipo de fluidoterapias y su monitorización.

Emily Badaraco, auxiliar de veterinaria

ATV, Responsable del servicio de nutrición en Hospital Felino Gattos