Las radiaciones ionizantes son aquellas que son capaces de provocar cambios en las células de los seres vivos. Dichos cambios pueden ser de leves a graves. Cuando se descubrieron los rayos X era algo tan nuevo que no sabíamos aun que podía provocar en nuestro organismo. Pasados unos años de su descubrimiento, y después de las primeras muertes por radiación ionizante, apareció una disciplina que a día de hoy sigue evolucionando y siendo tan importante o mas de lo que fue en su nacimiento. Nos referimos a la Protección Radiológica. Esta apareció en 1950, con la creación de la Comisión Internacional de Protección Radiológica (ICRP), pero mucho antes de eso, en 1901, se descubrió la primera lesión producida por la radiación inducida en una persona. También se demostró en 1904 la primera muerte por culpa de los efectos nocivos de la radiación.
El objetivo principal de la Protección Radiológica es el de proteger a la humanidad de todos los efectos nocivos de las radiaciones ionizantes. Es una herramienta multidisciplinar, ya que cuenta con el apoyo de ciencias como la física, la química y la biología y apoyo de ámbitos como el de la estadística y la ingeniería.
También hablamos de la Protección radiológica como una de las disciplinas más polémicas que existen, debido a que siempre que oímos hablar de ella en los medios de comunicación es por algún desastre sucedido. Existe un gran desconocimiento por parte de la sociedad con relación a las radiaciones magnéticas y sus efectos.
En sus inicios la Protección radiológica basaba sus esfuerzos en evitar los daños mas severos que las radiaciones producían sobre los seres humanos que las manejaban, concepto que fue evolucionando hasta llegar a crear el concepto de ALARA o As Low As Reasonably Achiavable, que básicamente lo que nos dice es que debemos hacer un estudio de calidad con la menor cantidad de dosis que podamos utilizar.
La Protección Radiológica cuenta con tres principios fundamentales actualmente. Primero de todo hablaríamos de la justificación, o que ninguna practica que implique una exposición a las radiaciones puede desarrollarse si no esta plenamente justificada. Es una responsabilidad que cae sobre todos nosotros que operamos equipos capaces de crear estas radiaciones ionizantes. Seguidamente hablaremos de la optimización, o que la practica debe desarrollarse de acuerdo con los criterios de optimización. Teniendo en cuenta siempre el concepto ALARA, intentaremos que las dosis que reciba nuestro paciente sean las mas bajas posibles. Por último, tendremos el concepto de la limitación, o que todas las practicas se deben desarrollar de forma que ninguna persona pueda recibir dosis de radiación por encima de los limites establecidos. Tendremos un limite de dosis marcado que ningún trabajador debe superar. El paciente, siempre y cuando se cumplan estos tres principios y, por poner alguno como principal, se cumpla el principio de la justificación, no se contara una dosis limite, porque el beneficio de la prueba supera la contraindicación.
Los limites de dosis los mediremos en miliSieverts. El Sievert es la unidad de equivalencia de dosis de radiación ionizantes según el sistema internacional de medidas. Se utiliza para cantidades de radiación como dosis equivalente o dosis efectiva, que representan el riesgo de radiación externa de fuentes externas al cuerpo.
Podremos clasificar las zonas de riesgo de radiación en diferentes categorías según el peligro de recibir una radiación relativa a esas dosis límites. Encontraremos las siguientes:
- Zona Vigilada
- Zona Controlada
- Zona de Permanencia Limitada
- Zona de Permanencia Reglamentada
- Zona de Acceso Prohibido
También podremos clasificar a los trabajadores según su “capacidad” de recibir una parte de estos limites de dosis en categorías. Dependiendo de la categoría cambiara la manera de medir la dosis recibida.
Todas estas medidas se tomarán para evitar los efectos biológicos que pueden provocar las radiaciones ionizantes, que dividiremos en efectos deterministas y efectos estocásticos. La diferencia entre estos dos es que los efectos deterministas tendrán una dosis umbral a partir de la cual vas a sufrir ese efecto y los efectos estocásticos son probabilísticos, no tienen una dosis umbral, pero el hecho de recibir radiación ionizante hará que aumenten las probabilidades de sufrirlos.
Por último, daremos una vuelta por el pasado para ver lo poco que sabíamos sobre este tipo de radiaciones y las practicas y objetos cotidianos que existían que daban radiación ionizante a nuestro cuerpo, sin saber lo perjudicial que podía ser esta para nosotros.