El microscopio óptico es un equipo esencial en cualquier laboratorio de un hospital veterinario. Existen una gran multitud de microscopios pero el que se usa en las clínicas y hospitales son los llamados microscopios ópticos o fotónicos.
Los componentes básicos de un microscopio son: sistema de iluminación, el sistema óptico y el sistema mecánico.
La parte mecánica consta de varias partes: la base, platina, brazo, revolver, tubo y mecanismos de enfoques: macrométrico (enfoque para objetivos de poco aumento y movimiento rápido) y micrométrico (movimiento vertical imperceptible, enfoque fino, objetivos de mayor aumento).
El sistema óptico está constituido por los oculares y los objetivos. Los oculares funcionan como una lupa, aumentando la imagen producida por el objetivo. Se pueden ajustar a la distancia interpupilar del observador e incluso se pueden enfocar para ajustarlos a las dioptrías del observador.
En el sistema de iluminación encontramos la fuente de luz, el condensador que tiene la función de formar conos luminosos y aportar mayor resolución, aumentando el contraste de los detalles; y el diafragma que está colocando inmediatamente debajo de la platina, estrechando los conos de luz y eliminando el sobrante.
El uso del microscopio puede resultar complicado, sin embargo, siguiendo estos pasos es mucho más sencillo:
- Colocamos el portaobjetos, fijándonos bien para que la muestra quede hacia arriba.
- Debe estar colocado el objetivo más pequeño. Movemos el macro hasta que no nos deje más.
- Ahora enfocamos con el micrométrico hasta que veamos con claridad. Y ya no volvemos a tocar el macro.
- Se cambia de objetivo, volveremos a ver desenfocado así que volvemos a girar el micro. Recordad que el macrométrico ya no se puede tocar.
- Repetir con los siguientes objetivos.
- Si vamos a usar aceite de inmersión, se coloca una gota con cuidado de no tocar el objetivo de 40x. Se desliza el revólver hasta colocar el de 100x.
Debe crearse una rutina de limpieza y mantenimiento en relación al uso que se le dé. Por ejemplo, en un microscopio que se use de forma continuada a diario se recomienda una limpieza completa varias veces por semana.
En cuanto al mantenimiento del microscopio es bastante sencillo pero muy importante para asegurar su funcionalidad y alargar su vida útil:
- Siempre después de cada uso se debe apagar la luz, bajar la platina al máximo y dejar colocado el objetivo más pequeño.
- Mientras no esté en uso, el microscopio debe cubrirse con una funda plástica para evitar que la suciedad y el polvo se acumule en él.
- Si se encuentra polvo en alguna zona de difícil acceso, se debe retirar con una pera de plástico, pincel o accesorio similar, nunca podemos soplar nosotros mismos.
- Debe colocarse en una mesa que tenga buena estabilidad, y si es necesario transportarlo: se sujetará con una mano por el brazo y apoyar la base en la otra mano.
- No forzar los tornillos.
Si ocurre cualquier alteración y no podemos solventarla, debemos contactar de forma urgente con el servicio técnico.