El análisis de la orina es parte del día a día del laboratorio de cualquier clínica, centro u hospital veterinario. Esto se debe a la gran cantidad de información que aporta, especialmente en lo relacionado con el sistema urinario, para poder llegar a un diagnostico certero.
Es importante tener en cuenta que la técnica de recogida puede invalidar un análisis como, por ejemplo, una orina recogida por micción espontánea no puede ser utilizada para un urocultivo. Por ello es importante educar a los tutores en este aspecto.
La orina recogida en casa es especialmente útil en mediciones de glucosuria (para seguimiento de pacientes diabéticos) o de proteinuria (en pacientes con enfermedad renal). Para el resto de mediciones y estudios, es más recomendable obtener la orina en el centro veterinario mediante cistocentesis ecoguiada.
Los gatos son animales de costumbres y este hecho tan característico de la especie, hace que a la hora de este tipo de pruebas sea más complicado que en los perros.
Para recoger la orina se recomienda eliminar la arena o sustrato habitual por uno hidrófobo, esperar a que orine y, lo antes posible, inclinar la bandeja y recoger la orina con una jeringuilla e introducirla en un recipiente nuevo.
