Desde los últimos años, el papel del auxiliar veterinario cada vez toma más fuerza en la práctica veterinaria, tanto es así que en múltiples centros el auxiliar dedica su tiempo a llevar a cabo lo que los facultativos preescriben para sus pacientes. Una parte de esos tratamientos se basan en fármacos administrados varas veces al día o en forma de CRI (infusión continua de un fármaco).
Para que un fármaco produzca el efecto deseado, debe administrarse en la dosis correcta y por la vía para la que está formulado.
Normalmente, el 90% de las dosis nos vienen dadas en unidades de peso por kilo vivo, en la mayoría de los casos en miligramos por kilo de peso vivo o microgramos por kilo de peso vivo.
El auxiliar veterinario debe estar perfectamente formado en el cálculo y conversión de las dosis, tanto en su asistencia en urgencias como en el tratamiento para los animales hospitalizados, que comprende desde cálculo de medicaciones simples como elaboración de infusiones continuas de cloruro potásico, insulina, norepinefrina….
Una vez tenemos la dosis para nuestro paciente, deberemos obtener la cantidad de fármaco en solución que debemos administrar. Para ello, deberemos realizar un cálculo con la concentración del fármaco, que se encuentra especificada o bien en el vial o bien en el prospecto. Para este cálculo deberemos estar familiarizados con las concentraciones.
En cuanto a las suplementaciones de Glucosa, si tenemos un paciente con hipoglucemias deberemos suplementar el suero cristaloide con Glucosa para hacer una solución al 2.5 %, 5% o incluso al 7.5% o 10 %. Para ello es importante que el auxiliar conozca perfectamente qué quiere decir éste % en cuanto a unidades se refiere y cómo deberemos realizar el cálculo.
Cuando un paciente está hipokalémico, es importante que reestablezcamos el nivel de potasio en plasma para que tenga una función cardíaca correcta. Cuando suplementamos lo niveles de potasio lo podemos hacer con un augmento de la concentración de la fluidoterapia a 40 mEq/L KCl o en el caso de hipokalemias moderadas a severas (3,4 mEq a< 2,5 mEq) lo haremos con una CRI con concentración de 1 mEq/ ml y con una dosis que no exceda de 0.5 mEq/ kg/hr. Hay que tener en cuenta que deberemos chequear los valores de potasio cada 4 horas, si no es posible este control del potasio es preferible no administrar el potasio de esta manera.
El nombre de CRI’s se refiere a Continuous Rate Infusion, que define a la infusión continúa de un fármaco que administramos a una determinada velocidad para conseguir que el efecto del fármaco sea sostenido en el tiempo. Las empleamos con pacientes a los que la administración seriada de un fármaco no consigue tener el efecto deseado todo el tiempo.
En cuanto a pacientes críticos que su estado es muy inestable, deberemos administrar varias de éstas infusiones continuas ya que son animales que necesitan soporte continuo para mantener sus funciones vitales.
Para realizar estas infusiones contamos con dos fórmulas según la necesidad que tengamos, ya que con una podemos regular la velocidad en función de la necesidad que tengamos de aportar más o menos fluidos al paciente y con la otra contamos con una velocidad fija que en según qué casos excederá de las necesidades de aporte al paciente, sobretodo en animales de pequeño tamaño.
En resumen, nuestro trabajo concentra una parte muy importante del tiempo en preparar y administrar medicaciones y debemos tener un control sobre ellas para que podamos administrarlas con total seguridad y en caso de necesidad ser capaces de administrarlas rápidamente si la urgencia lo requiere.