La colocación de una sonda nasoesofágica es un procedimiento que no requiere de anestesia, pero aun así es una técnica bastante invasiva y requerirá de un buen manejo cat friendly para minimizar el estrés y el miedo que le podamos generar a nuestro paciente. Debemos buscar una sala tranquila, y tener todo el material preparado y a mano para evitar interrupciones o ruidos estridentes. Podemos ayudarnos de una toalla para aplicar la técnica del burrito a nuestro paciente y así reducir la posibilidad de movimientos para que la colocación de la sonda resulte los más rápida y exitosa posible.
Material necesario
- Sonda nasoesofágica. Elegiremos el diámetro de la sonda según el espacio que disponga la narina de cada
- Vaselina o gel ecográfico. Para lubricar la
- Rotulador permanente. Para marcar la
- Anestésico. Para la narina del
- Para fijar la sonda al paciente.
- Para fijar la sonda al paciente.
- Para proteger la sonda.
Colocación de la sonda
Debemos tener a nuestro paciente posicionado en decúbito esternal y elevar ligeramente la cabeza para seguidamente introducir una o dos gotas del anestésico en la narina elegida para la colocación de la sonda nasoesofágica, a continuación, dejamos actuar unos minutos. Hay que marcar la sonda con el rotulador permanente para establecer hasta que altura debemos introducirla ya que no debemos llegar al estómago. Para ello debemos colocar la punta de la sonda a la altura de la novena costilla o a la altura que queda el codo de la extremidad anterior cuando se desplaza hacia detrás. Mantenemos quieta la punta de la sonda en el lugar comentado y estiramos el resto de ella siguiendo el perfil de nuestro paciente hasta llegar a la altura de la nariz, ese será el punto de la sonda que debemos marcar. Aplicaremos un poco de lubricante en la punta de la sonda y procederemos a introducirla por la narina donde hayamos colocado el anestésico.
Debemos sujetar la cabeza con cuidado y firmeza para evitar movimientos que puedan dificultar el procedimiento. La sonda se colocará por la parte central de la narina (tocando la parte central interna) y la introduciremos hasta la marca hecha con el rotular. Una vez posicionada, hay que fijarla. Subiremos el extremo de la sonda que queda fuera del cuerpo por encima de la nariz, entre los ojos y la posicionaremos encima de la cabeza. Para sujetar la sonda al paciente aplicaremos un trozo de esparadrapo rodeando el tubo y dejando suficiente espacio para suturarlo a la piel. A continuación, debemos realizar la comprobación de la correcta colocación de la sonda con una radiografía. Finalmente colocaremos una campana para evitar que el paciente pueda retirar la sonda con las extremidades.
