Reanimación cardiopulmonar en pequeños animales, el papel del ATV

En la parada cardio-respiratoria es necesario que el auxiliar veterinario conozca todo el proceso para que pueda realizar un trabajo previo tanto a nivel formativo cómo a nivel organizativo.

Una parada cardio-respiratoria se da cuando la perfusión sistémica y la ventilación del paciente dejan de ser efectivas y espontáneas. Ahí es cuando debemos dar soporte al paciente para intentar mantener oxigenados los órganos vitales hasta que se reestablezca estos dos parámetros.

Las causas las podemos ordenar con la regla de las 6 H y las 6 T:

Hipovolemia                                        Hiper/hipokalemia

Hipoxia                                                 Hipotermia

Hidrógeno (acidosis)                          Hipo/hiperglicemia

Toxinas                                                 Taponamiento cardíaco

Tensión neumotórax                           Trombosis

Tromboembolismo pulmonar           Traumatismo

 

Conocer las causas nos ayudará a poder revertir esta situación.

Es muy importante que tengamos una formación previa que nos haga comprender todo el proceso, de manera que sepamos cual es nuestro rol dentro del equipo y podamos ser eficientes y eficaces y a la vez nos de confianza en nosotros mismos.

El quipo de reanimación está formado por 3 o 4 personas de manera que uno ventila, otro comprime, un tercero pone la vía y administra los fármacos y el cuarto será el que lidere y anote todos los pasos realizados. Si trabajamos en un centro mas pequeño y sólo somos dos, una persona de dedicará a realizar el masaje cardíaco y la otra ventilará y administrará las medicaciones, de manera que los papeles se irán intercambiando en ciclos de 2 minutos para que el que masajea pueda descansar.

Primero de todo, necesitaremos un lugar adecuado para realizar una maniobra de reanimación. Es importante que la llevemos a cabo en un lugar iluminado y que cuente con fuente de oxígeno y electricidad. Además, es óptimo que la mesa sea regulable en altura o disponer de un taburete para poder alzarnos y poder realizar un masaje cardíaco efectivo.

Deberemos tener preparado un Crashcart o Crash kit que cuente con fármacos (adrenalina, atropina, lidocaína, amiodarona…)  material para intubar (laringoscopio, tubos endotraqueales variados, embú, espray de lidocaína…) y material para coger una vía y realizar pequeños procedimientos (un equipo de mano, gasas estériles, un tubo de traqueotomía, un kit para toracocentesis…). Todo ello deberá estar revisado tanto para que esté completo cómo para que las medicaciones no se encuentren caducadas. Podemos realizar Check-lists que nos facilitarán el trabajo.

¿Cómo reconocemos una parada cardio-respiratoria?

Debemos de realizar un examen físico rápido que nos permita reconocer la parada inmediatamente y poder actuar. Para ello valoraremos la falta de respuesta a estímulos, si respira, si el reflejo palpebral es ausente y si escuchamos el corazón.

Soporte Vital Básico

Si el animal se encuentra en parada, empezaremos con el masaje cardíaco. Lo colocaremos en decúbito lateral derecho y realizaremos un ritmo de 100-120 compresiones por minuto en ciclos de 2 minutos. Tenemos que tener en cuenta que es clave permitir el retroceso del tórax en cada compresión.

Hay dos tipos de compresiones:

Bomba cardíaca realizando la compresión directa al corazón

Bomba torácica realizando la compresión en el tórax.

A continuación, intubaremos al animal lo antes posible en decúbito lateral. La frecuenta de ventilaciones será de 10 por minuto con un volumen de 10 ml por kilo.

Soporte Vital Avanzado

Consiste en monitorizar, colocar una vía, administrar fármacos y fluidos, desfibrilar y la reanimación Open Chest.

Utilizaremos un ECG con pinzas y el capnógrafo. Valoraremos el ECG al finalizar cada ciclo de compresiones de 2 minutos. Podemos observar fibrilación atrial, taquicardia ventricular sin pulso, actividad eléctrica sin pulso o asistolia entre otros ritmos.

Intentaremos colocar una vía periférica a ser posible en las extremidades anteriores. Si es necesario podemos realizar la técnica de Cutdown, en cefálica, safena o yugular. En este momento podemos obtener muestra sanguínea de la vía para hematocrito, glucosa, potasioo alguna analítica rápida que nos pueda ayudar en la reanimación.

Si es necesario administraremos fluidos bajo indicación del veterinario. Los medicamentos irán acompañados de un flushing de suero y levantaremos la extremidad un par de minutos para que sean perfundidos por el sistema circulatorio ya que éste estará muy disminuido.

Los fármacos más habituales son:

Atropina: Útil si hay un augmento del tono vagal

Adrenalina: Vasoconstrictor

Lidocaína: Antiarrítmico clase B1

Amiodarona: Antiarrítmicos clase 3

 

Desfibrilaremos cuándo tengamos taquicardia ventricular sin pulso o fibrilación ventricular. Hay que tener muy claro su uso y que todos los miembros del equipo sepan cómo han de actuar cuándo se desfibrila.

Por último, podemos realizar la técnica de reanimar a tórax abierto, de manera que con guantes estériles y realizando una toracotomía, se masajea directamente en el corazón. Hay que tener en cuenta que no todos los propietarios están de acuerdo en realizar esta maniobra y todas las posibles complicaciones que puede haber.

Una vez realizada una maniobra de reanimación, nuestro paciente necesitará un soporte ventilatorio, analgesia y probablemente un soporte vasopresor.

En conclusión, es muy importante tener una buena formación teórica en reanimación, que cada seis meses hagamos una actualización con todo el equipo y que organicemos una zona de trabajo y un sistema de control efectivo. Todo ello ayudará a que tengamos más probabilidades de éxito en nuestra reanimación.

 

ATV, Coordinadora ATV en Hospital Clínico Veterinario UAB

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *